Viajar a India por Libre: Guía Completa para Sobrevivir al País Más Intenso del Mundo

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viajar a India por libre es una aventura que no se parecen a nada. Después de un mes recorriendo Sri Lanka, con su tranquilidad y hospitalidad, aterrizamos en Chennai y supimos al instante que habíamos entrado en otro universo. Porque India no es solo un país; es un torbellino de estímulos que te envuelve con sus colores vibrantes, aromas intensos, ruido constante y una energía que no cesa.

India te confronta. Te exige paciencia, apertura y mucha humildad. Es un país que no se adapta a ti: tú tienes que adaptarte a él. En sus trenes, en sus calles polvorientas, en los templos llenos de espiritualidad y en las plazas abarrotadas de vida, India se muestra tal como es, sin filtros. Y eso puede ser tan duro como transformador.

Nuestra ruta de 28 días nos llevó por lugares tan distintos como Udaipur, Jodhpur, Jaisalmer, Pushkar, Varanasi, Delhi, Agra, Goa y Mumbai. Cada ciudad fue una lección. Nos sobrecogimos en Varanasi, entre cremaciones junto al Ganges y rituales al atardecer; nos maravillamos en el Taj Mahal, que incluso con miles de visitantes, logra emocionarte; y descubrimos una cara más relajada de India en las playas de Goa o en el ambiente espiritual de Pushkar.

Sí, hubo momentos incómodos: las miradas incómodas, las estafas, el ruido, la suciedad, el agotamiento físico y mental. Pero también hubo belleza, autenticidad, y esa sensación de estar viviendo algo de verdad, de forma cruda pero inolvidable.

Uno de los mayores descubrimientos fue la comida india, tan diversa como su gente. Curry, masala, naan, biryani, thalis… cada comida era una fiesta de sabores (y a veces de picante extremo 😅). Y los trenes… ¡ay, los trenes! Caóticos por fuera, pero sorprendentemente funcionales y hasta acogedores en sus clases más bajas.

India no es para todos, y no pasa nada. Pero si te atreves a conocerla tal como es, sin maquillajes, te vas a llevar una experiencia que deja huella. Aquí te dejamos nuestra guía práctica para viajar por libre por India, con todo lo que aprendimos, amamos y sufrimos durante nuestra ruta. Porque sí, volveríamos. Pero esta vez, con aún más respeto por todo lo que representa.

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🧳 Preparativos para viajar a India

Viajar a India por libre requiere cierta preparación previa. No es un país improvisado, especialmente si es tu primera vez en Asia. Aquí te dejamos los puntos clave que debes tener en cuenta antes de lanzarte a la aventura:

💰 Moneda y precios

La moneda oficial es la rupia india (INR). En la mayoría de ciudades encontrarás cajeros, aunque no todos aceptan tarjetas extranjeras. Nosotros sacamos dinero sin problema en grandes bancos como SBI (State Bank of India) o HDFC, pero a veces hay límites bajos de extracción o cajeros fuera de servicio.

💳 Recomendamos llevar al menos dos tarjetas (una física y otra virtual) y tener algo de efectivo al llegar, ya que muchos alojamientos económicos no aceptan tarjeta.

💡 El cambio es muy favorable, y los precios en India son en general muy bajos: puedes comer por 1,50 €, dormir por 5-10 € y viajar por el país por apenas unos euros.

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🗣 Idioma

El idioma oficial es el hindi, aunque el inglés está muy extendido en las zonas turísticas y urbanas. La comunicación no fue un gran problema, aunque a veces costaba entender ciertos acentos.

En pueblos pequeños o mercados, usamos mucho el lenguaje corporal, sonrisas y alguna palabra local básica. Siempre ayuda aprender:

• Namaste – Hola / Adiós
• Dhanyavaad – Gracias
• Kitne ka hai? – ¿Cuánto cuesta?

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🛂 Visado

India requiere visado para la mayoría de nacionalidades. Se puede tramitar online de forma sencilla a través del sistema e-Visa oficial:

👉 https://indianvisaonline.gov.in

Tipos de visado turístico disponibles:

• 30 días (de una sola entrada): 25 US$
• 1 año (entradas múltiples): 40 US$
• 5 años (entradas múltiples): 80 US$

💡 Consejo: imprime tu visado aprobado y llévalo en papel. Nos lo pidieron varias veces junto al pasaporte.

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💉 Vacunas

No hay vacunas obligatorias para entrar a India, pero sí hay varias recomendadas, dependiendo de la duración del viaje y las zonas que vayas a visitar:

• Hepatitis A y B
• Fiebre tifoidea
• Rabia (si vas a zonas rurales o en contacto con animales)
• Tétanos-difteria
• Fiebre amarilla (solo si vienes de un país con riesgo)

Consulta con antelación en tu centro de vacunación internacional.

🚆 Transporte si vas a viajar a India por libre

Moverse por India fue una experiencia en sí misma. Al principio nos parecía un caos absoluto, pero poco a poco fuimos cogiéndole el ritmo y aprendimos a disfrutar de los trayectos. Desde trenes abarrotados hasta tuk-tuks por calles imposibles, el transporte en India nos enseñó más de lo que imaginábamos sobre la vida en este país.

🛤 Trenes

Viajamos bastantes veces en tren, tanto en clase Sleeper como en AC2 (con aire acondicionado y litera asignada). Aunque la imagen del tren indio es la del hacinamiento, nuestra experiencia fue mejor de lo esperado: algunos vagones estaban limpios, puntuales y hasta nos ofrecieron ropa de cama. El trayecto nocturno desde Mumbai a Udaipur fue especialmente cómodo. Eso sí, en otros viajes como el de Agra a Varanasi, pasamos frío y las literas no estaban tan cuidadas, así que llevar un saco sábana nos salvó.

💡 Consejo: Reserva con antelación desde la web oficial IRCTC o utiliza la app Confirmtkt, muy práctica para ver la disponibilidad de plazas.

🛺 Tuk-tuks y rickshaws

Los tuk-tuks fueron nuestro transporte diario en muchas ciudades. Prácticos y baratos, pero siempre negociamos el precio antes de subirnos. En lugares como Jodhpur o Pushkar, algunos conductores se pasaban con las tarifas, mientras que en Mumbai o Delhi preferimos usar apps como Ola o Uber, que funcionan genial y te ahorran discusiones.

🚌 Buses públicos

En sitios como Goa o Delhi probamos también el transporte local. En Goa, cogimos un bus estatal para ir de la estación al alojamiento y fue muy barato, aunque con bastante gente y sin aire acondicionado. No es lo más cómodo, pero si tienes tiempo y paciencia, es parte del viaje.

🚇 Metro

En Delhi nos sorprendió el metro moderno, limpio y con aire acondicionado. Nos pareció una gran forma de movernos por la ciudad sin el estrés del tráfico. Tiene vagones solo para mujeres, y los controles de seguridad en las estaciones son similares a los de un aeropuerto.

✈️ Vuelos internos

Para llegar a India desde Sri Lanka, volamos a Chennai y desde allí continuamos en tren. Si repitiéramos ruta, seguramente usaríamos algún vuelo interno para trayectos largos como Delhi–Goa o Varanasi–Mumbai, ya que los trenes en esas rutas pueden tardar más de 24 horas.

Recomendamos comparar precios y reservar con antelación a través de plataformas como

Trip.com

📲 Nuestras apps clave

• Confirmtkt: esencial para trenes.
• Ola / Uber / Rapido: para evitar regateos.
• Rome2Rio: ideal para planificar trayectos y ver combinaciones de transporte.

Moverse por India por libre no fue siempre fácil, pero fue parte del viaje. Aprendimos a tener paciencia, a dejar de mirar el reloj y a disfrutar de lo inesperado. Al final, cada trayecto nos aportó algo.

☀️ Mejor época para viajar a India

India es enorme y tiene una variedad climática brutal. No es lo mismo viajar por el norte en invierno que recorrer el sur durante el monzón. Antes de planificar la ruta, investigamos bien las estaciones y los climas, y aún así el país nos sorprendió en muchos sentidos.

🗓 Cuándo viajar según el clima

• Octubre a marzo: temporada seca y más fresca, ideal para recorrer el norte (Rajasthan, Delhi, Varanasi…). Nosotros viajamos en octubre y fue perfecto. En el norte ya refrescaba por las noches, pero durante el día hacía calor sin llegar a ser asfixiante.
• Abril a junio: temporada calurosa, especialmente en el norte. Las temperaturas pueden superar los 40 °C en Delhi, Agra o Jaipur.
• Julio a septiembre: época del monzón, con lluvias intensas, sobre todo en el sur y el oeste del país. Algunas zonas se vuelven casi intransitables, pero los paisajes son verdes y exuberantes.
• Diciembre y enero: el norte puede tener nieblas espesas y bastante frío, mientras que el sur (Goa, Kerala) es ideal para playa y relax.

☀️ Nuestra experiencia en octubre

Viajamos por India en octubre, y la verdad es que nos pareció un mes ideal. Evitamos el monzón y también las temperaturas más extremas. En Rajasthan durante el día hacía calor, pero soportable. Por la noche en lugares como Pushkar o Udaipur, refrescaba bastante, así que una chaqueta ligera vino genial.

Cuando llegamos a Varanasi, el clima era húmedo y algo más denso, y en Goa nos tocó algún chaparrón corto pero nada dramático. Lo bueno es que aún no era temporada alta, así que encontramos alojamientos y trenes sin mucha antelación.

💡 Si tu plan incluye tanto norte como sur, octubre-noviembre es un gran momento para tener un buen equilibrio de clima en ambas regiones.

🍜 Gastronomía en India

La comida india fue una de las grandes sorpresas del viaje. Ya sabíamos que era famosa por sus sabores intensos, pero vivirlo en cada comida fue como hacer una ruta culinaria sin planearlo. Picante, especiado, colorido y lleno de contrastes… Comer en India es toda una experiencia (y a veces, un reto para el estómago 😅).

🍛 ¿Qué comimos en India?

• Thali: fue nuestro menú estrella. Un plato combinado con arroz, chapati, dal (lentejas), verduras al curry, yogur y algún chutney. En muchos sitios el refill era gratuito y podías repetir hasta hartarte.
• Masala dosa: una especie de crepe crujiente rellena de patata especiada. La probamos varias veces, especialmente en el sur, y siempre nos encantó.
• Chicken tikka masala y butter chicken: muy populares y cremosos. Lo acompañábamos con naan o roti, y era un manjar cuando queríamos darnos un pequeño “lujo”.
• Biryani: arroz especiado con verduras o pollo. Tuvimos algunos aciertos memorables, y otros tan picantes que solo pudimos con dos bocados 😅.
• Pakoras y samosas: snacks callejeros que encontramos por todos lados. Baratos, sabrosos y perfectos para picar entre templos y mercados.
• Chai: imposible no mencionar el té especiado más famoso del mundo. En cualquier esquina, a cualquier hora, nos ofrecían un vasito de chai humeante y dulce. Fue nuestro ritual diario.

🥵 ¿Y el picante?

Nos habían advertido… ¡y aún así nos pilló desprevenidos más de una vez! Incluso cuando pedíamos “no spicy”, había platos que nos hacían sudar. Con el tiempo nos acostumbramos, aunque más de una noche agradecimos tener yogur o arroz blanco a mano.

💡 Consejo: Si no toleras bien el picante, pide siempre “less spicy” o “no chili”. A veces funciona… y a veces no 🙃.

🍴 Nuestra experiencia

Comimos tanto en restaurantes turísticos como en sitios locales y, sinceramente, los mejores sabores los encontramos en lugares humildes donde comía la gente local. En algunos alojamientos incluso nos ofrecieron cenas caseras que estaban buenísimas.

Tuvimos suerte: ninguno cayó enfermo de gravedad durante el viaje, aunque fuimos cuidadosos. Evitamos el agua del grifo, solo tomamos fruta pelada y preferimos sitios donde veíamos movimiento.

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🔐 Seguridad y conectividad en India

India nos generaba muchas dudas antes de llegar: ¿es segura? ¿cómo nos moveríamos sin perder la conexión? ¿cómo evitar estafas? A lo largo del viaje, tuvimos momentos de tensión… pero también nos dimos cuenta de que, con precaución y sentido común, se puede viajar bastante tranquilos.

🛡 Seguridad

En general, no tuvimos ningún incidente grave, aunque sí vivimos situaciones incómodas:

• En ciudades grandes como Delhi o Mumbai, hay que estar más alerta, especialmente en zonas muy turísticas o estaciones.
• En zonas menos turísticas (como algunos barrios de Varanasi), nos sentimos observados constantemente. A veces se acercaban solo por curiosidad… pero no siempre con amabilidad.
• Lo más frecuente fueron los intentos de timo o sobreprecio. Taxistas, guías espontáneos, personas “amables” que te ofrecen ayuda y luego quieren propina… Aprendimos a decir “no, gracias” con firmeza y seguir caminando.

💡 Consejo: En lugares como el Taj Mahal o los ghats de Varanasi, no aceptes “ayuda” de nadie que no hayas buscado tú primero.

• Nos cuidamos mucho las pertenencias, sobre todo en los trenes. Usamos candados, mantuvimos siempre los pasaportes y el dinero controlados y dormimos con la mochila pequeña como almohada cuando era necesario.

📶 Conectividad

Antes del viaje, dudamos entre comprar una SIM local o llevar una eSIM internacional. Finalmente optamos por comprar una SIM en India (de Jio) y nos funcionó muy bien en casi todo el país.

💡 Consejo: para activar la SIM es posible que te pidan pasaporte y una dirección local (sirve la del hotel). La activación puede tardar unas horas, así que lo mejor es comprarla nada más llegar.

Además, en muchos alojamientos y cafeterías tuvimos wifi aceptable, sobre todo en ciudades como Udaipur, Pushkar, Agra o Goa.

📵 Eso sí: durante algunos trayectos en tren o zonas rurales, la cobertura desaparecía completamente. Por eso siempre llevábamos maps.me offline, las reservas descargadas y una copia digital de todo.

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🗺 Nuestro itinerario por India (28 días)

Día 1: Llegada a Bengaluru
Días 2 al 4: Hampi
Días 5 al 9: Goa
Días 10 y 11: Mumbai
Días 12 y 13: Udaipur
Días 14 al 16: Jodhpur
Días 17 al 19: Jaisalmer
Día 20: Pushkar
Día 21: Agra
Días 22 al 24: Nueva Delhi
Días 25 al 28: Varanasi

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🏔 Qué vimos en India en 28 días

India es un país que lo tiene todo: templos milenarios, fortalezas de otro tiempo, playas, desiertos, caos y calma. Nuestro recorrido de 28 días estuvo lleno de contrastes, y cada etapa nos dejó una impresión distinta. Aquí te contamos lo más destacado que vimos en cada lugar, basándonos en nuestra experiencia personal y el diario de viaje:

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Bengaluru

Solo pasamos un día en esta ciudad y fue un buen primer contacto con India. Aprovechamos para descansar del vuelo, comprar la SIM india y vivir nuestras primeras negociaciones (y estafas) por la calle. El caos de la estación, el tráfico y los primeros tés masala ya nos daban pistas de lo que nos esperaba. Cenamos en uno de los mejores cafés del viaje, Nerlu Café, y cogimos un tren nocturno hacia Hampi.

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Hampi

Fue una de las grandes sorpresas del viaje. El ambiente rural, los templos, los campos de arroz y la calma nos cautivaron. Visitamos lugares como el Templo Virupaksha, Lotus Mahal, los Elephant Stables y los Queen’s Bath. Disfrutamos de sus atardeceres mágicos y de comida local deliciosa en restaurantes muy básicos pero con encanto. También lidiamos con alojamientos poco higiénicos y aprendimos a filtrar estafas con humor.

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Goa

Nos quedamos en Agonda Beach, la más tranquila y auténtica. También exploramos Palolem y Patnem, donde paseamos, volamos el dron y vimos cómo las vacas compartían la arena con los turistas.
En Old Goa, visitamos la Iglesia de San Cayetano, la Catedral, la Iglesia de San Francisco de Asís y el Fuerte de los Reyes Magos. Aunque la Basílica de Bom Jesús estaba cerrada por reformas, el paseo por la zona valió la pena. Goa nos regaló días de relax, cerveza barata y atardeceres con vacas paseando por la orilla.

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Mumbai

La ciudad nos recibió con su intensidad habitual. Visitamos la Puerta de la India, el Hotel Taj Mahal, la estación Victoria, Colaba y caminamos por Marine Drive. Comimos en uno de los mejores restaurantes del viaje: Deli Highway, y también vimos el Dhobi Ghat desde el puente (no quisimos pagar por el tour). Fue una mezcla de contrastes, desde el caos de los trenes hasta la tranquilidad del paseo marítimo

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Udaipur

Nos encantó. Es una ciudad muy pintoresca con palacios, lagos y callejuelas llenas de encanto. Paseamos por los ghats, exploramos la ciudad vieja, disfrutamos del atardecer desde sus terrazas y asistimos a un espectáculo de danzas típicas. Fue uno de los sitios más agradables de todo el viaje.

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Jodhpur

La Ciudad Azul nos impresionó con su caos. Aunque el Fuerte de Mehrangarh es espectacular y el Jaswant Thada muy bonito, había muchísima basura, animales callejeros y sensación de dejadez. Aun así, aprovechamos para probar platos típicos del Rajasthan y disfrutar de algunos rincones como el Mandore Garden y el Sunset Point.

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Jaisalmer

¡Una joya! Es conocida como la Ciudad Dorada por el color de su arquitectura. El fuerte es impresionante, los templos jainistas nos fascinaron y la ciudad vieja es como de cuento. Disfrutamos de largas charlas en terrazas, comimos delicioso en restaurantes como el Prithvi, y nos enamoramos del ritmo pausado del lugar. Es uno de esos sitios a los que volveríamos sin pensarlo.

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Pushkar

Una ciudad sagrada rodeada por un lago, muy conocida por su espiritualidad y ambiente mochilero. Participamos en ceremonias junto al lago, visitamos mercados, comimos comida israelí (muy presente en la zona) y nos dejamos llevar por la calma que transmite. Es un buen lugar para relajarse, comprar artesanía y simplemente observar la vida pasar.

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Agra

Agra fue una parada breve pero intensa. Nos alojamos en uno de los mejores hospedajes de todo el viaje: limpio, tranquilo y con un dueño que, por primera vez en días, no intentó vendernos nada. Nuestra visita al Taj Mahal fue muy especial. Nos levantamos a las 5:30 de la mañana para ser de los primeros en entrar y, a pesar del frío, mereció completamente la pena. El Taj Mahal nos pareció incluso más impresionante de lo que imaginábamos: sus jardines, la simetría y la historia que esconde detrás, todo lo convierte en un lugar único.

Además, hicimos una excursión privada con guía en español que incluía el Taj Mahal y el Fuerte Rojo, dos imprescindibles de la ciudad. El guía nos fue contando anécdotas y curiosidades, lo cual nos permitió apreciar mucho más el lugar. Aquí puedes reservar esta experiencia:

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Nueva Delhi

Aunque al principio dudamos si pasar por la capital, decidimos quedarnos unos días y no nos arrepentimos. Nos sorprendió lo caótica y abrumadora que puede llegar a ser, pero también lo fascinante que es. Recorrimos lugares como la mezquita Jama Masjid, el Raj Ghat (memorial de Gandhi), el impresionante templo Akshardham (¡una joya!) y el templo sikh Gurudwara Bangla Sahib, que nos pareció precioso. También nos encantó callejear por Connaught Place, donde descubrimos una cantina muy barata donde comimos uno de los mejores thalis del viaje.

Pese a las dificultades con el transporte y la insistencia de algunos vendedores, Nueva Delhi tiene una energía única. Eso sí, recomendamos ir con paciencia, mente abierta y muchas ganas de explorar.

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Varanasi

Varanasi fue, sin duda, una de las experiencias más potentes de todo el viaje. Llegamos de madrugada tras un largo trayecto en tren y, desde el primer momento, nos sumergimos en el caos más absoluto. La ciudad es intensa y contradictoria: por un lado, espiritual y sagrada; por otro, sucia, caótica y dura.

Hicimos un paseo en barco al amanecer por el Ganges, donde presenciamos una de las escenas más mágicas del viaje: la ciudad despertando entre ofrendas flotantes, cantos y neblina. También visitamos los famosos ghats de cremación, una experiencia dura pero profundamente humana. La ceremonia del fuego en el Dasashwamedh Ghat nos emocionó.

Cada rincón de Varanasi nos enfrentó con una nueva emoción, y aunque a veces nos sobrepasó, es una ciudad que no deja indiferente.

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💸 Presupuesto total por persona en India (28 días)

Durante nuestra ruta de 28 días por India, el gasto total por persona fue de aproximadamente:

716 € (unos 60.502 INR)

Este fue el desglose aproximado:

• 🛏 Alojamiento: 142 €
• 🍛 Comida y bebida: 187 €
• 🚆 Transporte: 163 €
• 🏛 Entradas: 41 €
• 🧴 Extras: 24 €
• 🛂 Visado: 26 €
• ✈️ Vuelo Colombo – Bangalore: 133 €

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🎎 Curiosidades culturales de India

Viajar por India fue como sumergirnos en una dimensión paralela. Todo nos parecía tan fascinante como desconcertante, y muchas de las costumbres locales nos dejaron con la boca abierta. Aquí te dejamos algunas curiosidades culturales que más nos impactaron durante nuestra ruta de 28 días por el país:

• La obsesión por los selfies: Nos lo habían advertido, pero no imaginábamos hasta qué punto. En algunos lugares nos pedían tantas fotos que llegamos a sentirnos como celebridades… o como un mono de feria. En ciudades como Agra o Delhi era imposible pasear sin que alguien te parara, incluso sin mediar palabra, simplemente te plantaban el móvil en la cara.
• El ruido constante: India es el país más ruidoso en el que hemos estado. Claxon, música, voces, gente gritando… Especialmente en grandes ciudades como Delhi o Mumbai, el silencio es un lujo inexistente. El caos forma parte del ritmo del país.
• La espiritualidad omnipresente: En Varanasi sentimos por primera vez el peso de la muerte y la vida coexistiendo sin tabúes. Las ceremonias junto al Ganges nos parecieron de lo más impactante del viaje, y fue imposible no emocionarse con el simbolismo y la energía de los rituales funerarios.
• La mirada masculina hacia las mujeres: Este punto fue incómodo en más de una ocasión. Tatiana notó miradas muy insistentes e incluso algún que otro gesto inapropiado. Hay que estar preparado y tomar precauciones, sobre todo en zonas menos turísticas.
• La comida con las manos: Aunque nosotros muchas veces acabábamos usando cuchara, lo cierto es que la mayoría de locales comen exclusivamente con la mano derecha. La izquierda se reserva para temas de higiene, por eso, en la medida de lo posible, evitan usarla al comer.
• Lo que implica “poco picante”: Si en un restaurante indio te dicen que el plato “pica poco”, prepárate. Su tolerancia al picante está a otro nivel. Incluso el arroz más básico te puede hacer sudar como en una sauna.
• Las vacas, dueñas de las calles: En pleno centro de las ciudades es habitual ver vacas tumbadas, paseando o comiendo basura entre los coches. Son sagradas, y nadie las molesta.
• Las jerarquías visibles: En estaciones de tren, restaurantes o alojamientos, muchas veces ves cómo hay personal que no se mezcla entre sí. Las castas, aunque oficialmente abolidas, siguen marcando diferencias sociales muy visibles.
• El regateo como norma: Regatear no es solo permitido, es esperado. Desde tuk-tuks hasta souvenirs, el precio inicial nunca es el final. Al principio nos costaba, pero al final le cogimos el punto.

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🧭 Conclusión

India no fue un destino fácil, pero sí uno de los más intensos e inolvidables que hemos vivido. Cada día era un reto y una sorpresa. Desde la espiritualidad de Varanasi hasta la energía de Mumbai, desde las vacas cruzando la carretera en Goa hasta los trenes que cruzan paisajes infinitos… India nos sacudió y, a su manera, nos transformó.

Hubo momentos en los que quisimos salir corriendo, pero también otros en los que nos detuvimos a contemplar lo afortunados que éramos de estar allí. No es un país para todos, pero si vas con la mente abierta y sin expectativas rígidas, India puede darte una de las experiencias más auténticas y transformadoras de tu vida viajera.

Y sí, volveremos. Porque India no se agota en una sola visita. Cada estado, cada ciudad, cada esquina tiene algo distinto que ofrecer.

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