Viajar a Indonesia por Libre: Guía para Explorar el Archipiélago más Fascinante del Sudeste Asiático

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Viajar a Indonesia por libre es una experiencia transformadora. Este archipiélago gigante —con más de 17.000 islas— mezcla cultura, volcanes, selva, fauna única y playas de ensueño. Desde el tour en klotok por los ríos de Borneo, hasta caminar por el cráter del Bromo o ver de cerca a los dragones de Komodo, cada día fue distinto y alucinante.

Indonesia ya era muy especial para nosotros. Tanto Tatiana como yo habíamos estado antes, pero esta vez, tras tres meses recorriendo Asia Central, volvimos con ganas de naturaleza, playa y aventuras tropicales. Y encima, con visita familiar incluida, que se unieron a esta ruta de 25 días por uno de los países más vibrantes y diversos que hemos pisado.

¿Lo mejor? Que lo hicimos a nuestro ritmo, por libre, combinando vuelos, ferris, motos alquiladas y algún que otro bus con mucho arte. Te contamos cómo lo organizamos, cuánto nos gastamos, y todo lo que necesitas saber para montar tu aventura por Indonesia… ¡y disfrutarla a tope!

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🧳 Preparativos para viajar a Indonesia

Organizar un viaje por libre a Indonesia requiere algo de planificación, pero merece totalmente la pena. Hay que tener en cuenta las distancias entre islas, la climatología y ciertos aspectos logísticos que, bien atados, te permiten disfrutar sin sobresaltos.

💰 Moneda y precios

La moneda oficial es la rupia indonesia (IDR). A día de hoy, 1 € equivale a unas 17.000 rupias. El coste de vida es bastante asequible: se puede comer por menos de 3 €, dormir en alojamientos decentes por unos 10 € la noche, y alquilar motos por unos 4 € al día.

🗣 Idioma

El idioma oficial es el bahasa indonesia, aunque en zonas turísticas mucha gente habla inglés básico. Aun así, aprender palabras como terima kasih (gracias) o selamat pagi (buenos días) siempre arranca una sonrisa.

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🛂 Visado

Desde 2025, ya no existe exención de visado para turistas españoles que viajen a Indonesia. Para entrar al país, incluso por estancias cortas, necesitas gestionar uno de estos dos visados:

• Visa on Arrival (VOA): Se tramita directamente al llegar a uno de los aeropuertos o puertos autorizados del país (como Yakarta, Denpasar o Medan). Cuesta 500.000 IDR (unos 29 €) y te permite estar 30 días, con posibilidad de una única prórroga de otros 30 días.
• e-VOA (Visa on Arrival electrónica): Puedes hacer el trámite antes de viajar en la web oficial 👉 evisa.imigrasi.go.id. Funciona igual que la VOA, pero evitas colas y te aseguras de tenerla aprobada antes de pisar suelo indonesio.

💡 Para ambos visados necesitas:

• Pasaporte con al menos 6 meses de validez.
• Billete de salida del país.
• Una página libre en el pasaporte.

Nosotros optamos por la VOA al aterrizar en Denpasar, y fue todo rápido y sencillo. Aun así, si quieres ganar tiempo o tienes escalas, recomendamos tramitar el visado online.

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💉 Vacunas

Aunque no son obligatorias, se recomiendan varias vacunas como fiebre tifoidea, hepatitis A y B o rabia, especialmente si vas a zonas rurales o a Borneo. Consulta con tu centro de vacunación antes del viaje.

Y por si acaso (motos, picaduras, virus, lo que sea), nosotros nunca viajamos sin seguro:

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🚆 Transporte si vas a viajar a Indonesia por libre

Moverse por Indonesia es una aventura en sí misma. Al tratarse de un archipiélago inmenso con más de 17.000 islas, la logística requiere algo de planificación, pero lo bueno es que hay opciones para todos los gustos y bolsillos.

✈️ Vuelos internos

Con distancias tan grandes, los vuelos internos son muchas veces la forma más rápida de conectar islas como Java, Bali, Borneo o Flores. Compañías como Lion Air, AirAsia o Citilink tienen precios muy competitivos si reservas con antelación.

💡 Nosotros usamos vuelos para ir de Yogyakarta a Bali y de Bali a Labuan Bajo (Flores). Compramos los billetes con tiempo desde la app de Trip.com, donde a menudo encontramos mejores precios que en otras plataformas.

🛵 Motos y transporte local

En ciudades y zonas rurales, la moto es la reina. En Bali o Flores, alquilar una scooter es la forma más libre (y barata) de moverse. Pagamos unos 60.000 IDR (3–4 €) por día y es lo más práctico si tienes experiencia. Ojo, porque el tráfico en zonas urbanas puede ser un caos.

Para distancias medias, hay buses públicos, minivans y bemos (una especie de furgoneta compartida). No son cómodos, pero sí económicos y una experiencia más local.

💡 Consejo: Usa aplicaciones como GoJek o Grab para taxis y transporte local en ciudades como Yogyakarta o Bali.

⛴️ Ferris y barcos

Indonesia, con sus más de 17.000 islas, se mueve también por mar. Los ferris son habituales entre islas grandes como Java, Bali, Lombok o Flores, y son una forma económica (aunque algo lenta) de desplazarse. También hay barcos rápidos, especialmente en rutas más turísticas como Bali–Nusa Penida o Bali–Gili y conviene reservar online si viajas en temporada alta.

💡 Un must: navegar en klotok por la jungla de Borneo para ver orangutanes. Es uno de los recuerdos más potentes del viaje y puedes organizarlo desde Kumai o incluso reservar online.

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☀️ Mejor época para viajar a Indonesia

Indonesia es un país tropical, así que solo tiene dos estaciones: seca y lluviosa. Pero ojo, al ser un archipiélago tan extenso, el clima varía bastante entre islas. ¡Te lo contamos según nuestra experiencia!

Estación seca: la mejor opción

La mejor época para viajar a Indonesia es de mayo a septiembre, cuando la estación seca lo pone todo más fácil: sol casi asegurado, carreteras en mejor estado y menos mosquitos. Nosotros viajamos entre agosto y septiembre y tuvimos días calurosos, cielos despejados y alguna lluvia aislada, sobre todo por la tarde.

En zonas como Bali, Java o Flores, este periodo es ideal para hacer senderismo, bucear, recorrer templos o moverte en moto sin preocuparte de mojarte.

Estación de lluvias: diciembre a marzo

La temporada de lluvias suele ir de diciembre a marzo, con aguaceros intensos pero breves (en plan monzón tropical). Aunque el país sigue siendo visitable, algunos caminos pueden quedar impracticables y hay zonas que se vuelven más incómodas, como Borneo o las montañas de Flores.

💡 Si te interesa bucear con mantarrayas o ver dragones de Komodo con menos gente, noviembre o abril pueden ser buenas opciones intermedias: menos turistas, algo más de lluvia, pero buen equilibrio.

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🍜 Gastronomía de Indonesia

Viajar por Indonesia también es una delicia para el paladar. Aunque cada isla tiene sus particularidades, hay platos comunes que se repiten y sorprenden por su sabor, intensidad y variedad. Estos son algunos de los que no te puedes perder:

🥢 Platos imprescindibles

1. Nasi Goreng: Arroz frito con verduras, huevo y carne o marisco. Es el plato estrella y lo comimos en casi todas partes. Desde puestos callejeros hasta restaurantes, nunca fallaba.
2. Mie Goreng: La versión con fideos del anterior, igual de popular y sabroso.
3. Gado-Gado: Una ensalada templada de verduras, tofu y huevo, bañada en una cremosa salsa de cacahuete. ¡Uno de nuestros favoritos!
4. Sate (o Satay): Brochetas de carne asadas a la parrilla, servidas con salsa de cacahuete. Riquísimas y muy comunes como comida callejera.
5. Rendang: Un guiso de ternera cocinado lentamente en leche de coco y especias. Proviene de Sumatra, pero se encuentra en todo el país.
6. Soto Ayam: Sopa amarilla de pollo con cúrcuma, fideos y huevo duro. Reconfortante y muy habitual en Java.
7. Tempeh: Producto fermentado de soja muy presente en platos vegetarianos. Lo sirven frito, en guisos, o como snack.
8. Ayam Penyet: Pollo frito acompañado de sambal (una salsa picante que no se anda con rodeos) y arroz. Sencillo pero adictivo.

🍉 Frutas tropicales y postres curiosos

9. Papaya, mango, rambután, salak (fruta de serpiente) y fruta del dragón son omnipresentes. Las vendían frescas en mercados o preparadas en smoothies espectaculares.
10. Es Campur: Postre tradicional a base de hielo picado, leche condensada, frutas y gelatinas. Lo probamos en Yogyakarta y fue toda una experiencia.
11. Kue lapis y pastel de arroz: Dulces coloridos que se encuentran en mercados locales, ideales para un tentempié callejero.

💡 Comimos casi siempre en warungs (restaurantes locales), donde puedes probar todo esto por muy poco dinero. Lo mejor: comer bien por 2–3 € al día.

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🔐 Seguridad y conectividad en Indonesia

Viajar por Indonesia nos pareció bastante seguro. Aun así, como en cualquier destino, conviene mantener ciertas precauciones:

🔒 Seguridad

• Nos sentimos tranquilos en todo momento, incluso caminando por la noche en ciudades como Yogyakarta o Ubud.
• En zonas muy turísticas como Bali, conviene estar atento con motos, timos en el cambio de dinero y alquiler de scooters: haz siempre fotos del estado del vehículo antes de usarlo.
• En grandes estaciones de autobús o ferri, cuida tus pertenencias y no aceptes “ayuda” de desconocidos con demasiado interés.
• En playas o alojamientos abiertos, no dejes objetos de valor a la vista. Nada nuevo si viajas con sentido común.

📱 Conectividad

El wifi es aceptable en la mayoría de alojamientos y cafés, pero en islas pequeñas o zonas más rurales puede fallar bastante.

Para tener conexión constante —ideal si viajas por libre como nosotros— una buena opción es llevar una eSIM internacional:

💡 En algunas islas como Flores o Borneo el wifi es muy débil, así que si trabajas online o necesitas buena conexión, llévate datos móviles.

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🗺 Nuestro itinerario por Indonesia (25 días)

• Día 21–25: Lombok
• Día 1: Mumbai – Yakarta
• Día 2–3: Yakarta – Yogyakarta
• Día 4–5: Tour por Borneo
• Día 6: Pangkalan Bun – Surabaya
• Día 7: Tour por el Bromo
• Día 8–11: Bali
• Día 12–15: Labuan Bajo y Tour por Komodo
• Día 16–17: Nusa Penida
• Día 18–20: Gili Air

🗺 Mapa de nuestro recorrido por Indonesia

Haz zoom o clic en los marcadores para ver los lugares que visitamos.

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📍 Qué vimos en Indonesia en 25 días

Yogyakarta

Yogyakarta, o Yogya para los amigos, es el alma cultural de Java. Una ciudad caótica pero con mucha personalidad, donde las tradiciones javanesas conviven con arte callejero y cafés modernos. Lo más potente es la visita a los templos de Borobudur y Prambanan, dos maravillas que no decepcionan. En nuestro caso, fuimos por libre en transporte local, y aunque se hizo eterno, la experiencia fue auténtica y muy económica.

Además, pasear por la calle Malioboro, llena de vida, tiendas y comida callejera, nos metió de lleno en el ritmo de la ciudad. Yogya no tiene el encanto visual de otras ciudades, pero engancha.

Borneo

Borneo fue naturaleza en estado puro. Subirse a un klotok (barco tradicional) y adentrarse en la selva fue una de las experiencias más especiales del viaje. Durante dos días navegamos por el río Kumai, con paradas en los centros de rehabilitación para ver orangutanes en libertad.

Lo mejor no fue solo verlos, sino vivir el silencio de la jungla, dormir sobre la cubierta bajo una mosquitera, cenar con velas… Todo muy sencillo pero con una magia brutal. Es de esos lugares que se quedan contigo mucho tiempo después de haberlos dejado atrás.

Bromo

Madrugón, frío, polvo volcánico… y aun así, el Bromo fue uno de los grandes momentazos del viaje. Salimos de noche para ver el amanecer desde el mirador, y la vista fue de postal: un mar de niebla con el sol asomando y los conos volcánicos al fondo. Pura ciencia ficción.

Después bajamos hasta la caldera y subimos a pie hasta el borde del cráter. El viento, el humo, el sonido del volcán activo… fue impresionante. Todo el esfuerzo mereció la pena. Eso sí, acabamos llenos de ceniza de pies a cabeza. Aventura total.

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Bali

Bali nos recibió con templos, arrozales, playas, cataratas y una espiritualidad que se respira en cada rincón. Aterrizamos en Denpasar y nos fuimos directamente a Ubud, donde pasamos varios días explorando la isla desde el corazón cultural de Bali.

Visitamos lugares como la impresionante Catarata Nung Nung, el hermoso Templo Ulun Danu Beratan junto al lago y las icónicas terrazas de arroz de Jatiluwih, un lugar que nos dejó con la boca abierta (¡y con ganas de quedarnos más rato!). También disfrutamos de atardeceres épicos en Tanah Lot, uno de los templos más famosos de la isla.

Nos sumergimos en la cultura balinesa en templos como Tirta Empul, donde participamos en el ritual de purificación, y exploramos la Cueva del Elefante (Goa Gajah). No faltó tampoco la visita al volcán Kintamani y a Pura Besakih, el templo madre de Bali.

Tuvimos momentos para relajarnos, masajes balineses, tardes de piscina y paseos por las calles de Ubud, que aunque muy turísticas, tienen su encanto. También probamos el café Luwak y regateamos en mercados locales. Bali es una isla con mucho que ofrecer, y aunque a veces agobia por el turismo, sigue teniendo rincones llenos de magia.

Labuan Bajo y Parque Nacional de Komodo

Labuan Bajo es la puerta de entrada a uno de los lugares más alucinantes de Indonesia: el Parque Nacional de Komodo. Solo llegar ya cambia el ambiente: calles con ritmo relajado, puestecillos de comida y un puerto lleno de barcos listos para llevarte a la aventura.

Desde aquí nos embarcamos en un tour de varios días en barco que fue, sin duda, una experiencia brutal. Dormir en cubierta bajo las estrellas, navegar entre islas desiertas y bañarse en aguas turquesas es algo que no se olvida. Durante el recorrido vimos dragones de Komodo en su hábitat natural (lo que menos nos gustó), hicimos snorkel en arrecifes llenos de vida, y disfrutamos de playas que parecen de otro planeta, como la famosa Pink Beach.

Las caminatas por islas como Padar al amanecer nos dejaron sin aliento (literalmente, por las cuestas y por las vistas), y la sensación de desconexión total hizo que este tour fuera muy especial. Si buscas aventura y naturaleza a lo bestia, este lugar te va a flipar.

Nusa Penida

Nusa Penida es una de esas islas que te dejan sin palabras desde que bajas del barco. Dramáticos acantilados, playas escondidas de arena blanca y un mar de un azul eléctrico que parece irreal. Llegamos desde Bali y, aunque el trayecto fue un poco movido en lancha rápida, el paisaje que nos esperaba lo compensó todo.

La isla tiene fama de ser un poco caótica a nivel de carreteras, y no es ninguna exageración. Las distancias son cortas, pero las condiciones del terreno hacen que cualquier trayecto se alargue bastante. Aun así, merece totalmente la pena. Visitamos lugares como Kelingking Beach, con su icónico acantilado en forma de T-Rex; Angel’s Billabong, una piscina natural junto al mar; y Broken Beach, un arco de piedra natural sobre el agua.

Gili Air

Gili Air fue nuestro pequeño paraíso de desconexión. Llegamos desde Nusa Penida en barco y enseguida notamos el cambio de ritmo. Aquí no hay coches ni motos, solo caminos de arena, bicis y algún que otro carrito tirado por caballos.

El plan era claro: no hacer nada y disfrutar. Paseítos junto al mar, buena comida con vistas, baños, siestas, cervecitas y atardeceres de postal. Unos días para parar, recargar pilas y saborear el momento sin prisas.

Uno de los momentazos del viaje fue cuando nadamos con tortugas. A pocos metros de la orilla, en una de las zonas de snorkel, tuvimos la suerte de ver varias nadando a nuestro alrededor. ¡Una pasada!

Después de tantos días de trajín, nos vino de lujo aflojar un poco el ritmo y dejarnos llevar por el ambiente tranquilo de la isla. Así, sin más.

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Lombok

Después de Gili Air, pusimos rumbo a Lombok, la gran olvidada de muchos viajeros… y un auténtico acierto en nuestra ruta por Indonesia.

Nada más llegar te das cuenta de que es un lugar más auténtico. Mucho menos turístico que Bali, pero con una naturaleza igual de impresionante. Playas kilométricas, campos de arroz, montañas verdes… y gente local que siempre te saluda con una sonrisa.

Nos alojamos en el sur, cerca de Kuta Lombok, y fue el lugar ideal para explorar playas salvajes, perdernos en caminos rurales y probar el famoso nasi campur de los warungs del pueblo.

Una de las mejores cosas fue moverse por libre en moto. Nos dio total libertad para llegar a sitios más escondidos, parar cuando nos apetecía y vivir Lombok a nuestro aire. Además, el tráfico es bastante más tranquilo que en Bali.

Fue el cierre perfecto para nuestro viaje: naturaleza, buena onda, libertad y cero estrés. Lombok es uno de esos lugares que te atrapan sin hacer ruido… y te dejan con ganas de volver.

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💸 Presupuesto total por persona en Indonesia (25 días)

Viajar a Indonesia por libre durante 25 días nos costó un total de 1.495,55 € por persona (25.363.779 IDR). Aunque puede parecer algo elevado en comparación con otros países del Sudeste Asiático, hay una razón importante detrás:

👉 Durante parte del viaje recibimos la visita de familiares, y como queríamos que disfrutaran al máximo de sus vacaciones, no escatimamos en ciertos gastos: elegimos alojamientos más cómodos, hicimos más actividades y comimos fuera con más frecuencia. ¡Y mereció la pena cada rupia!

Aquí tienes el desglose completo:

• Actividades y excursiones: 514,04 € (8.721.104 IDR)
• Alojamiento: 149,54 € (2.543.045 IDR)
• Comestibles: 41,31 € (700.164 IDR)
• Restaurantes: 148,18 € (2.511.649 IDR)
• Transporte terrestre y marítimo: 92,70 € (1.571.275 IDR)
• Visado: 59 € (1.000.000 IDR)
• Vuelos internos: 477,99 € (8.099.791 IDR)

🔸 Total por persona: 1.495,55 €

Como ves, las actividades y los vuelos internos se llevan buena parte del presupuesto, pero son también lo que más valor añadido aportaron a nuestro viaje. Desde ver orangutanes en Borneo hasta navegar entre islas con los dragones de Komodo, fue un no parar de experiencias brutales.

💡 Si viajas con más calma o sin necesidad de coger tantos vuelos, puedes reducir bastante el presupuesto. Pero si puedes permitirte algo más… ¡te aseguramos que Indonesia lo vale!

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🎎 Curiosidades culturales de Indonesia

Viajar por Indonesia es descubrir un mosaico de culturas, religiones y tradiciones que conviven en un archipiélago inmenso. Cada isla tiene su propia identidad, pero hay ciertos aspectos comunes que nos sorprendieron (¡y encantaron!) durante nuestra ruta:

• El saludo con la mano en el pecho: En muchos lugares, especialmente en zonas musulmanas, la gente te saluda con la mano en el corazón como muestra de respeto. Nos pareció un gesto precioso y muy simbólico.
• Tanta diversidad, y todo conviviendo: En un solo viaje convivimos con hinduismo en Bali, islam en Java y Lombok, animismo en Borneo… ¡y todo en armonía! Ver cómo se mezclan las religiones sin conflicto es algo que nos hizo reflexionar.
• Las ofrendas en Bali: No hay rincón sin sus cestitas con flores, arroz y varitas de incienso. Las mujeres las colocan a diario en puertas, templos o incluso en medio de la carretera.
• El uso del sarong: Para entrar a muchos templos es obligatorio cubrirse con un sarong, tanto hombres como mujeres. En algunos lugares te lo prestan gratis, en otros toca alquilarlo.
• La sonrisa como idioma universal: Aunque no hables indonesio ni balinés, una sonrisa abre todas las puertas. La gente fue increíblemente hospitalaria en cada lugar que pisamos.
• Cantos del Corán a las 4 de la mañana: En zonas musulmanas, prepárate para despertarte con el adhan (la llamada a la oración). Es parte del encanto… aunque a veces cueste abrir el ojo.

Indonesia es un país que se vive con los cinco sentidos. Y cuanto más te empapas de su cultura, más te das cuenta de que aquí, lo espiritual y lo cotidiano van de la mano.

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🧭 Conclusión

Viajar por Indonesia ha sido una de esas aventuras que se quedan grabadas a fuego. Un país que no se recorre, se saborea. Desde los orangutanes de Borneo hasta los arrozales infinitos de Bali, cada rincón tiene algo especial que ofrecer. Hemos compartido rituales en templos, nadado con tortugas, surcado volcanes al amanecer y disfrutado de playas que parecían sacadas de otro planeta.

Es verdad que Indonesia exige cierto esfuerzo: vuelos internos, cambios de ritmo, pequeñas estafas… pero cada bache en el camino se ve recompensado con creces. Volvemos con la mochila llena de recuerdos, y si estás pensando en visitar este archipiélago… no lo dudes más. Solo te advertimos una cosa: puede que no quieras volver.