Viajar a China por libre es una aventura que despierta todos los sentidos. No es un destino fácil, pero sí uno de los más fascinantes que hemos pisado nunca. Cultura milenaria, ciudades futuristas, paisajes que quitan el aliento, templos silenciosos y gastronomía para valientes: China te zarandea, te agota y te enamora todo a la vez. Y eso es justo lo que nos pasó a nosotros.
Antes de aterrizar en Shanghái, veníamos cargados de dudas. ¿Seríamos capaces de movernos por nuestra cuenta en un país con una barrera idiomática tan fuerte y sistemas de control tan particulares? ¿Cómo sería convivir con el internet restringido, las apps chinas y una sociedad tan distinta a la nuestra? Lo cierto es que todo fue más sencillo de lo que pensábamos… y mucho más intenso de lo que esperábamos.
A lo largo de dossemanas recorrimos el país en tren bala, pasando por ciudades históricas como Xi’an, joyas patrimoniales como Pingyao o grandes metrópolis como Pekín. China es un país enorme, pero siguiendo una ruta organizada y optimizada, se puede vivir una experiencia única, sin necesidad de depender de tours ni agencias.
En esta guía completa para viajar a China por libre te contamos todos los detalles que aprendimos por el camino: preparativos esenciales, transporte, visado, presupuesto, consejos prácticos, qué ver en cada ciudad y, sobre todo, nuestra experiencia personal recorriendo uno de los países más impactantes del mundo.
Si estás pensando en viajar a China por libre y tienes dudas: llévalas contigo. China es un viaje en mayúsculas. Y lo que pasa allí, no se olvida.
Índice del contenido
- 1. Preparativos para viajar a China
- 2. Transporte en China
- 3. Mejor época para viajar a China
- 4. Gastronomía en China
- 5. Seguridad y conectividad
- 6. Nuestro itinerario por China
- 7. Principales destinos en China
- 8. Presupuesto total por persona
- 9. Curiosidades culturales de China
- 10. Consejos para viajar a China
- 11. Conclusión
🧳 Preparativos para viajar a China
💰 Moneda y precios
- Moneda: Yuan chino (CNY)
- Cambio aprox: 1 € ≈ 7,7 CNY
- Nivel de precios: Medio. Más barato que Europa, más caro que el sudeste asiático.
En China la moneda oficial es el yuan (CNY). Aunque la vida en general es más económica que en Europa, las grandes ciudades como Shanghái o Pekín pueden tener precios similares a los nuestros en alojamiento o comida internacional. Para pagos cotidianos, el uso de efectivo ha caído en desuso: casi todo se paga con el móvil a través de aplicaciones como WeChat o Alipay. Nosotros conseguimos abrir una cuenta con Alipay desde el extranjero y la vinculamos a nuestra tarjeta.
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🗣 Idioma
El idioma oficial es el Chino mandarín. Poca gente habla inglés, incluso en ciudades grandes. Aprender algunas palabras básicas en chino y llevar una app de traducción con opción offline fue clave para comunicarnos. También nos ayudó mucho tener capturas en chino de direcciones, nombres de hoteles y tickets.
🛂 Visado
Nuestra primera idea era gestionar el visado desde Manila para poder permanecer un mes en el país. Sin embargo, coincidió con la Semana Santa y las oficinas estaban cerradas o con atención muy limitada, lo que nos generó bastantes complicaciones. Al final, no pudimos tramitar el visado desde allí como planeábamos, lo que obligó a modificar nuestros planes de viaje y reorganizar el itinerario. Nos tuvimos que conformar con los 15 días sin visado que ofrecía China en ese momento
🎉 Actualización 2025:
Actualmente, los ciudadanos españoles pueden entrar en China sin visado y permanecer hasta 30 días. Esta medida está vigente hasta el 31 de diciembre de 2025.
💡 Aun sin visado, en inmigración nos pidieron:
- Billete de salida
- Reservas de alojamiento
- Pasaporte con mínimo 6 meses de validez
💉 Vacunas
Aunque no hay vacunas obligatorias para ingresar al país, se recomiendan algunas como la fiebre tifoidea, la hepatitis A y B y el tétanos, especialmente si se va a estar en zonas rurales o por largos periodos.
Lo más importante es consultar siempre en un centro especializado antes del viaje, ya que las recomendaciones pueden variar según tu país de origen y el itinerario previsto.
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🚆 Transporte si vas a viajar a China por libre
Moverse por China por libre fue un reto y una aventura a partes iguales. Aunque al principio impone un poco por la barrera del idioma, lo cierto es que con algo de planificación y paciencia se puede recorrer el país de forma bastante eficiente. Aquí te contamos cómo lo hicimos nosotros y qué aprendimos en el camino:
Transporte urbano: En grandes ciudades como Pekín o Shanghái el metro es rápido, puntual y económico. Las estaciones suelen tener señalización en inglés, lo cual facilita la orientación.
Trenes de alta velocidad: Una de las joyas del transporte en China. Aunque los billetes se pueden comprar en la misma estación con el pasaporte, nosotros recomendamos hacerlo con Trip.com sin complicaciones.
Autobuses y minibuses: En zonas más rurales o menos conectadas por tren, nos movimos en autobuses locales. Usamos aplicaciones de traducción y capturas de pantalla para mostrar las rutas y direcciones, y fue fundamental tener escrito en chino el nombre de destino.
App de transporte: Google Maps no funcionaba del todo bien, así que nos apoyamos principalmente en Maps.me con mapas offline. También usamos Baidu Maps, aunque está en chino. Para traducir carteles y ubicaciones, nos fue de gran ayuda Google Translate con la cámara en tiempo real.
💡 Si tienes iphone, la app de mapas funciona bastente bien.
Recomendación importante: Llévate capturas de todos los destinos escritos en chino (a ser posible por alguien local o de algún cartel), especialmente si vas a moverte en bus o pedir indicaciones. ¡Nos salvó en más de una ocasión!
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☀️ Mejor época para viajar a China
Viajar a China por libre implica tener muy en cuenta la climatología, ya que hablamos de un país inmenso con una diversidad climática brutal. No es lo mismo visitar Pekín que explorar el sur subtropical o las montañas del interior. En nuestro caso, viajamos durante el mes de abril, una elección que resultó perfecta para movernos sin agobios ni temperaturas extremas.
¿Por qué abril fue un buen mes? Porque encontramos un equilibrio ideal: días largos, buen clima y sin las aglomeraciones de turistas que suelen llegar durante los festivos nacionales como el Año Nuevo Chino o la Semana Dorada (Golden Week en octubre). Además, no sufrimos lluvias constantes ni calor sofocante, lo que nos permitió recorrer templos, calles y montañas con total comodidad.
Eso sí, si estás pensando en moverte por zonas altas o muy al norte, lleva ropa de abrigo ligera, porque las temperaturas pueden bajar, especialmente al anochecer.
Resumen por estaciones:
- Primavera (marzo a mayo): La mejor época. Clima templado, paisajes en flor y menos turismo.
- Verano (junio a agosto): Muy caluroso y húmedo, especialmente en el sur. También temporada alta.
- Otoño (septiembre a octubre): Muy recomendable, con cielos despejados y temperaturas agradables.
- Invierno (noviembre a febrero): Frío intenso en el norte y menos atractivo para moverse por ciertas regiones, aunque ideal para ver paisajes nevados y precios más bajos.
En definitiva, primavera y otoño son las mejores estaciones para explorar China por libre, y en nuestro caso, abril fue todo un acierto.
🍜 Gastronomía en China
La gastronomía china fue, sin duda, una de las grandes protagonistas de nuestro viaje. Aunque ya habíamos probado comida china en otros países, nada se compara con saborear estos platos en su lugar de origen. Eso sí, comer en China no siempre fue tarea fácil, especialmente cuando el idioma era un muro insalvable.
Muchos restaurantes no tenían carta en inglés, y en más de una ocasión tuvimos que improvisar: señalar platos de otras mesas, elegir a ciegas o confiar en alguna recomendación local. Y aunque a veces nos llevamos sorpresas, en general comimos muy bien y por poco dinero.
Algunos de los sabores más memorables del viaje fueron:
- Noodles salteados con carne y verduras, perfectos para una comida rápida y sabrosa.
- Dumplings (jiaozi), tanto fritos como al vapor, siempre jugosos y recién hechos.
- Fideos anchos en sopa con un toque picante, de los que te calientan el cuerpo y te hacen sudar a gusto.
- Roujiamo, unos bocadillos típicos rellenos de carne especiada dentro de un pan crujiente, que nos sorprendieron y encantaron.
- Galletas de sésamo y bollitos al vapor, que encontramos en muchos puestos callejeros como opción dulce o salada.
- También probamos pescaditos secos y dulces de arroz pegajoso, curiosidades que forman parte de la experiencia local.
En ciudades más turísticas como Xi’an o Pekín encontramos locales con menús visuales, fotos, o incluso códigos QR con imágenes de los platos, lo que facilitó bastante la elección. Y cuando no, Google Translate con la cámara fue nuestro salvavidas.
En resumen, comer en China fue una aventura en sí misma: a veces desconcertante, muchas veces deliciosa, y siempre auténtica. Si quieres experimentar la cocina local real, los pequeños restaurantes de barrio fueron, para nosotros, la mejor opción.riesgar fue nuestra táctica habitual… y funcionó.
🔐 Seguridad y conectividad en China
Viajar por libre a China nos pareció bastante seguro en todo momento. Caminamos por calles de grandes ciudades como Pekín o Shanghái, y por zonas más pequeñas y menos turísticas, sin sentirnos incómodos ni inseguros. La presencia policial es constante, especialmente en lugares concurridos o de interés turístico, lo que puede resultar chocante al principio, pero aporta una sensación de control y protección.
El mayor reto de seguridad, en realidad, fue digital. El famoso «Gran Cortafuegos Chino» bloquea servicios como Google, WhatsApp, Instagram, Facebook, Gmail, entre otros. Esto significa que, si no te preparas, puedes quedarte totalmente incomunicado.
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💡 Importante: antes de aterrizar, descarga un buen VPN fiable. Nosotros usamos ExpressVPN, que funcionó muy bien durante todo el viaje. Además, recomendamos llevar instalada una app de traducción offline y otra de mapas como Maps.me, ya que Google Maps no opera con normalidad.
🗺 Nuestro itinerario de 2 semanas por China
- Días 1–5: Shanghái
- Días 6–7: Xi’an
- Días 8–9: Pingyao
- Días 10–11: Datong
- Días 12–15: Pekín
🗺 Mapa de nuestro recorrido por China
Haz zoom o clic en los marcadores para ver los lugares que visitamos.
Qué ver en China en 15 días: Nuestro recorrido
Shanghái
Shanghái fue nuestro primer contacto con China y, sin duda, una de las ciudades que más nos impresionó. Un lugar donde los rascacielos futuristas del Pudong conviven con callejones donde aún se cuece el tofu frito en plena calle. Nos sorprendió lo cosmopolita y limpia que era, lo fácil que fue movernos por la ciudad en metro y lo mucho que ofrece tanto de día como de noche.
Paseamos por el Bund, cruzamos a Pudong para alucinar con los rascacielos, callejeamos por los barrios antiguos como Tianzifang, entre callejones llenos de tiendas y arte callejero; y visitamos el Jardín Yuyuan, un remanso de paz en medio del caos. También hicimos una excursión de un día a Zhujiajiao, un encantador pueblo de canales apodado “la Venecia de China”.
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Cómo llegar a Shanghai
Para llegar a Shanghai desde Tokio tomamos un vuelo directo con Jetstar desde la Terminal 3 de Narita hasta el Aeropuerto Pudong de Shanghai. El billete nos costó 838,40 CNY por persona . Este vuelo es la forma más rápida y cómoda de ir de Tokio a Shanghai.
📌 ¿Quieres saber que más ver en Shanghái? En nuestra guía completa te contamos todo lo que exploramos con muchos más consejos.
👉 Qué ver en Shanghái
Zhujiajiao
A poco más de una hora en metro desde el centro de Shanghái, se esconde Zhujiajiao, un pueblo milenario atravesado por canales que parece sacado de otro tiempo. Conocido como la Venecia china, sus puentes de piedra, callejones empedrados y casas tradicionales crean una atmósfera mágica, ideal para desconectar del bullicio urbano.
Nuestra visita coincidió con un día lluvioso, pero eso no le restó encanto. Al contrario, las calles mojadas y la niebla sobre los canales le daban un aire aún más especial. Un gesto que recordamos con cariño fue el de una señora que nos ofreció su cafetería para refugiarnos sin obligarnos a consumir nada. Finalmente accedimos, y pasamos un rato entrañable charlando y jugando con sus perritos mientras escampaba.
Nosotros compramos una entrada combinada por 40 yuanes, que nos permitió visitar algunos de los puntos más emblemáticos del pueblo, como el jardín Ke Zhi Yuan, el Templo Chenghuang, el Museo del Puente Fangsheng, la casa de la familia Zhang o una sala de caligrafía tradicional. Una forma económica y práctica de conocer la historia y la arquitectura local sin ir lugar por lugar.
Cómo llegar a Zhujiajiao
Para llegar a Zhujiajiao desde Shanghai salimos de People’s Square y nos subimos a las líneas 2 y 17 del metro (8 CNY por persona). El trayecto duró un poco más de una hora y nos dejó en la estación Zhujiajiao. Desde allí caminamos unos 15 min hasta el casco histórico.
Este es el transporte para llegar a Zhujiajiao más rápido y económico. Si prefieres ir de Shanghai a Zhujiajiao sin hacer transbordo en el metro, existe un autobús directo que parte desde People’s Square por 12 CNY por persona, aunque tarda algo más y las paradas no están siempre bien señalizadas.
Xi’an
Xi’an nos recibió con lluvia, pero también con uno de los mejores alojamientos del viaje: una casa de huéspedes regentada por un profesor de inglés jubilado que hablaba perfectamente. Su ayuda fue clave para gestionar el registro obligatorio de extranjeros, e incluso nos dio recomendaciones gastronómicas que no fallaron. Aquí probamos por primera vez el roujiamo, una especie de bocadillo crujiente relleno de carne especiada, típico de la ciudad.
Desde Xi’an visitamos los famosos Guerreros de Terracota, una experiencia impresionante pese a las colas y el ajetreo. Nos ayudó mucho madrugar, llegar con tiempo y seguir a la multitud en lugar de complicarnos con mapas. En el centro histórico disfrutamos del Barrio Musulmán, sus callejuelas llenas de vida y puestos de comida, donde degustamos los bian bian noodles y panes típicos. Aunque no entramos a todos los monumentos, nos pareció una ciudad con mucha alma, ideal para pasear y saborear China desde otra perspectiva.
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Cómo llegar a Xi’an
Para llegar a Xi’an desde Shanghai tomamos un tren nocturno con literas que salió a las 18:19 y llegó a las 9:01 del día siguiente, con un trayecto de unas 14 h 40 min. El billete nos costó 381,10 CNY por persona . Este transporte para llegar a Xi’an fue muy cómodo, ya que pudimos dormir durante la noche.
📌 ¿Te apetece descubrir más rincones en Xi’an? En nuestra guía completa te contamos qué ver, cómo moverte y todos los consejos que necesitas para organizar tu visita.
👉 Qué ver en Xi’an
Pingyao
Pingyao es una de esas joyas que parecen detenidas en el tiempo. Esta ciudad amurallada, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, conserva intacto el trazado urbano de la China imperial, con calles empedradas, casas de madera y tejados curvados que parecen sacados de una película de época. Pasear por sus callejones es como viajar al pasado, aunque también tiene su cara turística, con muchos comercios y tiendas de souvenirs.
Durante nuestra visita, adquirimos una entrada conjunta por 190 yuanes (125 para adultos y 65 con descuento de estudiante) que nos permitió acceder a 22 atracciones, incluyendo la muralla, museos bancarios, templos, y residencias tradicionales. Lo cierto es que el conjunto arquitectónico es impresionante y merece mucho la pena.
También fue un lugar genial para probar comida local y disfrutar de rincones tranquilos entre tanta historia. Eso sí, prepárate para andar mucho.
Cómo llegar a Pingyao
Para llegar a Pingyao desde Xi’an tomamos el tren directo desde la estación de Xi’an, que salió a las 13:15 y nos dejó en Pingyao a las 16:24. El billete nos costó 179,90 CNY por persona . Este transporte para llegar a Pingyao es la manera más rápida y cómoda de ir de Xi’an a Pingyao.
📌 Si quieres más ideas sobre qué ver en Pingyao, aquí te lo contamos todo.
👉 Qué ver en Pingyao
Datong
Aunque Datong no suele figurar en las rutas más populares por China, para nosotros fue una de las paradas más sorprendentes del viaje. Esta ciudad del norte del país alberga dos auténticas joyas históricas que justifican sobradamente el desvío: las Cuevas de Yungang y el Templo Colgante de Hengshan.
Las cuevas son un conjunto impresionante de más de 50.000 estatuas budistas excavadas en la roca entre los siglos V y VI, muchas de ellas de tamaño monumental y con detalles artísticos que nos dejaron con la boca abierta. Por su parte, el Templo Colgante, encaramado literalmente a una pared vertical, es una obra de ingeniería y fe que parece desafiar la gravedad.
Además la ciudad tiene encanto si te gusta explorar a pie, con calles animadas y templos escondidos. El ambiente local, los platos picantes y alguna que otra conversación improvisada con locales, hicieron que nos lleváramos un gran recuerdo.
Cómo llegar a Datong
Para llegar a Datong desde Pingyao cogimos un taxi hasta la estación de Pingyao Gucheng por 23 CNY y embarcamos en el tren rápido que partió a las 9:07. Llegamos a Taiyuan a las 9:39 y, tras un rápido transbordo, retomamos el tren a las 9:55, llegando a Datong a las 12:18. La duración total fue de 3 h 11 min. El billete combinado nos costó 170,50 CNY por persona.
📌 No te pierdas nuestra guía de Datong dónde encontrarás más consejos.
👉 Qué ver en Datong
Pekín
Pekín es una ciudad monumental, densa e intensa. Pasear por sus calles es enfrentarse a contrastes constantes: desde los imponentes templos de la época imperial hasta callejones con sabor local donde los ancianos practican tai chi al amanecer. A nosotros nos impactó lo enorme que es todo: los mercados de varias plantas, los metros interminables, las multitudes… Pero también descubrimos rincones tranquilos, como los templos o los hutongs más antiguos.
Nos fascinó la Gran Muralla China, en concreto el tramo de Mutianyu, mucho menos masificado. El acceso no fue sencillo, pero lo conseguimos gracias a la ayuda de locales, mil combinaciones de metro y autobús, y la dosis habitual de intuición viajera.
Exploramos también el Templo del Cielo, el Mercado de las Perlas y Silk Street Market, donde el arte del regateo es casi obligatorio. Es una ciudad que no deja indiferente: puede agotar, pero siempre termina sorprendiendo.
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Cómo llegar a Pekín
Para llegar a Pekín desde Datong tomamos un taxi hasta la estación sur de Datong (21,05 CNY) y, a continuación, subimos al tren bala, que partió a las 8:18 y nos dejó en la estación norte de Pekín a las 10:03 tras 1 h 45 min de trayecto. El billete nos costó 170 CNY por persona . Este transporte para llegar a Pekín es la opción más rápida y cómoda si quieres ir de Datong a Pekín.
📌 ¿Quieres saber todo lo que hay que ver en Pekín? En nuestra guía completa te contamos todo lo que exploramos con muchos más consejos prácticos.
👉 Ver qué ver en Pekín
💸 Presupuesto total por persona en 15 días
China no es tan cara como podrías imaginar. Aunque hay trayectos en tren y entradas a monumentos que pueden sumar, también existen muchas opciones económicas para comer y moverse. Este fue nuestro presupuesto total por persona para dos semanas recorriendo el país:
Nuestro presupuesto total fue de 1,022.62 EUR (7,866.35 CNY) por persona, incluyendo:
- Alojamiento: 190.84 EUR (1,468.02 CNY)
- Comidas y Restaurantes: 128.53 EUR (988.7 CNY)
- Transporte: 144.4 EUR (1,110.83 CNY)
- Excursiones: 84.52 EUR (650.1 CNY)
- Vuelos: 445.64 EUR (3,427.99 CNY)
- Extras: 28.69 EUR (220.71 CNY)
🎎 Curiosidades culturales de China
Viajar por China fue como sumergirse en un universo paralelo: sorprendente, a veces desconcertante, y siempre fascinante. Estas son algunas curiosidades que nos llamaron la atención y que creemos que vale la pena conocer antes de visitar el país:
- La barrera del idioma es real: Muy pocas personas hablan inglés, incluso en puntos turísticos. Nos salvó tener capturas de pantalla con direcciones en chino y usar el traductor visual de Google.
- El volumen no tiene límites: En trenes, restaurantes y calles, el volumen general es bastante alto. Los locales suelen hablar fuerte, especialmente en espacios públicos. Al principio choca, pero luego te acostumbras a ese ritmo vibrante y ruidoso.
- La obsesión por las fotos: Nos pidieron hacerse fotos con nosotros muchas veces, sobre todo en lugares menos turísticos. Nos sentimos como celebridades inesperadas.
- Escupir y otros hábitos llamativos: Aunque cada vez menos común en grandes ciudades, en pueblos y zonas rurales sigue siendo habitual ver (¡y oír!) cómo escupen en el suelo. También vimos cómo algunos niños pequeños llevaban pantalones abiertos por detrás, una práctica tradicional para facilitarles ir al baño.
- Pasión por el baile y el ejercicio en grupo: En plazas y parques, sobre todo al atardecer, es frecuente ver grupos de personas mayores bailando coreografías o practicando tai chi. Un espectáculo cultural muy bonito.
- Tecnología por todas partes: Aunque el acceso a Google, WhatsApp o Instagram está restringido, la vida digital en China es muy avanzada. Se paga todo con el móvil y el uso de apps locales es imprescindible.
- La idea de “espacio personal” es diferente. Estar muy cerca en colas o transporte es normal, nadie lo vive como invasivo.
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🧭 Consejos para viajar a China
🗺 Ruta y planificación
- Aprovecha la exención de visado de 30 días (antes eran solo 15) y planifica bien la entrada y salida.
- Evitamos comisiones sacando dinero en cajeros SRCB (Shanghai Rural Commercial Bank) y pagamos los depósitos de hotel en efectivo para no perder nada al devolverlos.
- Compra los billetes de tren con antelación, sobre todo en rutas populares.
- Reserva alojamientos con cancelación gratuita por si necesitas adaptarte sobre la marcha.
🚆 Transporte
- Los trenes bala funcionan como un reloj. Usa Trip.com para comparar y reservar.
- Lleva capturas de pantalla de los billetes y direcciones en chino por si falla la conexión.
- En ciudades pequeñas, los taxis no siempre tienen taxímetro: negocia antes o usa DiDi.
Para los Guerreros de Terracota, tomamos el bus 306 (5 ¥) desde Fancy Chen.
🏨 Alojamiento
- No todos los alojamientos aceptan extranjeros. Revisa bien los comentarios antes de reservar.
- Ten la dirección del hotel escrita en chino para mostrar a los conductores.
🍜 Vida local
- Los supermercados y FamilyMart pueden ser tus aliados en días de comida “rara”.
- Aprende un par de frases básicas en mandarín y lleva siempre Google Translate offline.
📱 Tecnología
- Compramos una SIM prepago de China Telecom por 50 ¥ con 12 GB de datos, perfecta para usar traductores, mapas y apps sin depender de Wi-Fi.
- Instala una VPN antes de llegar. Google, WhatsApp, Instagram, etc. no funcionan sin ella.
- Alipay fue nuestra herramienta clave: lo usamos para pagar en casi todos lados.
- Apple Maps funcionó mejor que Google Maps. Lleva también mapas offline.
🧳 ¿Tienes unas horas libres en Pekín y no sabes qué hacer con la mochila? Usa LuggageHero para guardar tu equipaje desde 1,49 $ por hora. Ideal para aprovechar hasta el último minuto.
🧭 Conclusión
Nos encantó viajar a China por libre porque nos obligó a salir del piloto automático.
Nos hizo reaprender desde cero: cómo movernos, cómo pagar, cómo comunicarnos.
Pero también nos regaló paisajes alucinantes, comidas memorables, y una experiencia que no se parece a ningún otro país en Asia.
Si te atreves a romper la barrera del idioma y de la conectividad, te espera un país tan gigante como auténtico.
Y una vez dentro, China no se olvida.
¿Te ha gustado China?
Entonces no puedes perderte nuestra guía de Taiwán: Es perfecta para seguir descubriendo Asia por libre.
👉 Ver guía de Taiwán—
¿Ya conoces China? ¿Estás pensando en ir?
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