Viajar a Sri Lanka por Libre: Guía Completa para una Experiencia Auténtica

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Viajar a Sri Lanka por libre fue la primera gran esperiencia en nuestro gran viaje por Asia. Aunque antes hicimos una breve parada en Maldivas, fue aquí donde empezó realmente la aventura. Llegamos con la sensación de no saber mucho sobre este destino, pero con el corazón abierto. Y Sri Lanka nos respondió con lo mejor que tiene: autenticidad, naturaleza salvaje, templos milenarios y una amabilidad que desarma.

Recorrer Sri Lanka durante 28 días nos llevó por el famoso triángulo cultural, por plantaciones de té, pueblos de montaña, playas salvajes y parques naturales. Empezamos por Anuradhapura, donde los árboles sagrados, las estupas blancas y los monos entre ruinas nos dieron la bienvenida. Continuamos hacia Polonnaruwa, Sigiriya y Dambulla, cada una más impresionante que la anterior. Y en Kandy sentimos la espiritualidad latente en cada rincón.

Uno de los momentos que más recordamos fue el safari en el Parque Nacional de Minneriya: ver decenas de elefantes en libertad, sin aglomeraciones, fue algo mágico. También nos marcaron los trayectos en tren, especialmente entre Nuwara Eliya y Ella, cruzando montañas cubiertas de té y paisajes que parecen sacados de un cuento.

Pero el viaje no estuvo exento de complicaciones. Uno de nosotros enfermó de dengue en plena ruta, y eso nos obligó a frenar y adaptarnos. Aun así, nunca nos sentimos solos. La gente de Sri Lanka nos cuidó, nos ofreció ayuda sin pedir nada a cambio y nos hizo sentir como en casa. La hospitalidad que vivimos fue real, desinteresada, profundamente humana.

También descubrimos sabores nuevos: el rice and curry se convirtió en nuestra comida diaria, los rotis en salvación improvisada, y el té cingalés en nuestro mejor compañero en días tranquilos.

A pesar de todo —o quizás precisamente por todo— Sri Lanka nos dejó una huella imborrable. Nos encantaría volver algún día, quizás recorriendo la isla en tuk-tuk, con más calma y la certeza de que, en esta isla del Índico, siempre hay algo nuevo que descubrir.

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🧳 Preparativos para viajar a Sri Lanka

Viajar a Sri Lanka por libre no es complicado, pero hay varios aspectos que conviene tener atados antes de aterrizar en Colombo. Aquí te contamos lo esencial para planificar tu viaje y evitar sorpresas: moneda, visado, idioma, vacunas y algunos consejos prácticos.

💰 Moneda y precios

La moneda oficial es la rupia cingalesa (LKR). Al llegar al país puedes cambiar en el aeropuerto, aunque las casas de cambio suelen ofrecer mejor tipo en las ciudades. También puedes sacar dinero en cajeros automáticos, pero muchos cobran comisión y no todos aceptan tarjetas extranjeras.

En cuanto a precios, Sri Lanka es un destino bastante económico si te mueves con transporte local y comes en lugares frecuentados por locales. Puedes dormir en alojamientos sencillos por 8-12 €, comer por 2 € y moverte en tren o bus por muy poco. Eso sí, las entradas a templos, yacimientos o parques nacionales pueden subir bastante el presupuesto si visitas muchos.

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🗣 Idioma

Los idiomas oficiales son el cingalés y el tamil, aunque el inglés se habla en la mayoría de zonas turísticas. En alojamientos, estaciones y restaurantes suelen entender lo básico, así que no tuvimos problemas para movernos ni para resolver imprevistos.

Aprender un par de palabras como «ayubowan» (hola) o «istuti» (gracias) siempre suma puntos con los locales y ayuda a conectar.

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🛂 Visado

Para entrar a Sri Lanka es necesario tramitar un visado electrónico (ETA) antes del viaje. El proceso es muy sencillo y se hace online en pocos minutos.

• Se solicita desde la web oficial:
  👉 https://www.eta.gov.lk/slvisa/
• Permite una estancia de 30 días, prorrogable una vez.
• Precio aproximado: 50 USD.
• Recibirás la aprobación por email. Solo tienes que imprimirla y presentarla al llegar.

💡 Consejo: aunque existe la opción de gestionarlo al llegar, no lo recomendamos. Hazlo online para evitar colas y posibles problemas en frontera.

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💉 Vacunas

Para viajar a Sri Lanka no hay vacunas obligatorias, pero sí se recomiendan algunas según el tipo de viaje que vayas a hacer:

• Hepatitis A y B
• Fiebre tifoidea
• Tétanos-difteria
• Rabia (si vas a estar en zonas rurales o vas a tener contacto con animales)

Consulta siempre con tu centro de vacunación internacional al menos un mes antes del viaje, ya que las recomendaciones pueden variar según tu historial médico y la época del año.

🚆 Transporte si vas a viajar a Sri Lanka por libre

Moverse por Sri Lanka es una parte clave de la experiencia. Hay muchas opciones: trenes panorámicos, autobuses locales, tuk-tuks, taxis o coches con conductor. Algunas trayectos son lentos, pero casi siempre valen la pena por lo que ves por el camino.

🚂 Trenes en Sri Lanka

Viajar en tren por Sri Lanka es una de las mejores formas de recorrer el país. Son lentos, a veces caóticos, pero los trayectos atraviesan paisajes espectaculares y te permiten vivir la esencia del país a otro ritmo.

El trayecto más famoso es el que va de Nuwara Eliya (Nanu Oya) a Ella, considerado uno de los viajes en tren más bonitos del mundo, entre montañas, campos de té y niebla. También recorrimos otros tramos como Kandy–Nuwara Eliya o Ella–Matara.

💡 Reserva los billetes con antelación si quieres asiento asegurado. En temporada alta, las plazas en segunda o tercera clase se agotan pronto, y muchas veces vas de pie (aunque las vistas siguen valiendo la pena).

🚌 Autobuses locales

Son la opción más barata y frecuente. Hay buses para casi cualquier destino, pero no siempre tienen horarios fijos y no se compran billetes por internet. Se paga al conductor y son muy baratos, aunque bastante incómodos: asientos estrechos, música alta y conducción alegre 😅.

Aun así, usamos varios para movernos entre ciudades, sobre todo donde no llegaba el tren. Los buses azules suelen ser del gobierno y algo más tranquilos; los rojos, privados y un poco más rápidos (pero también más caóticos).

🚕 Tuk-tuks y taxis

Para moverse dentro de las ciudades o para trayectos cortos, lo mejor es el clásico tuk-tuk. Están por todas partes y es imprescindible negociar antes de subir, ya que no suelen tener taxímetro.

También puedes usar apps como PickMe o Uber (en Colombo, Kandy y otras grandes ciudades), que son más fiables en cuanto a tarifas. Para trayectos largos, muchos viajeros optan por alquilar un coche con conductor por uno o varios días. Es más caro, pero cómodo si tienes poco tiempo o viajas en grupo.

🛵 ¿Y alquilar un tuk-tuk?

Cada vez más viajeros se animan a recorrer Sri Lanka en su propio tuk-tuk, alquilándolo por semanas. Es una forma divertida de moverse a tu aire, aunque requiere algo de papeleo:

• Necesitas el carnet internacional de conducir y un permiso local (se tramita en el Automóvil Club de Colombo).
• Conviene tener algo de experiencia conduciendo.
• Lo bueno es que puedes parar donde quieras, moverte con flexibilidad y vivir la isla desde dentro.

Lo probaremos en nuestro próximo viaje a Sri Lanka.

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☀️ Mejor época para viajar a Sri Lanka por libre

Una de las preguntas más frecuentes antes de viajar es: ¿cuál es la mejor época para visitar Sri Lanka? Y la respuesta no es tan directa, porque en la isla influyen dos monzones diferentes que afectan a zonas distintas del país.

Eso sí: siempre hay una región con buen clima, solo hay que saber cómo organizar la ruta.

🗓 Cuándo viajar según las zonas

• Diciembre a marzo: es la mejor época para recorrer el sur y el oeste del país (Colombo, Galle, playas del sur).
• Mayo a septiembre: temporada seca en el norte y el este (Trincomalee, Jaffna, Arugam Bay).
• Octubre y noviembre: época de transición entre monzones, más lluviosa e impredecible en casi todo el país.

☁️ Nuestra experiencia en septiembre

Nosotros estuvimos en Sri Lanka en septiembre, justo en el inicio de nuestro viaje por Asia. Sabíamos que en esta época el sur todavía podía estar afectado por el monzón, así que organizamos la ruta hacia el norte y el este, donde el clima era más estable.

Por eso elegimos lugares como Anuradhapura, Polonnaruwa, Sigiriya o Trincomalee, que nos recibieron con buen tiempo y poca afluencia de viajeros. Solo nos llovió en momentos puntuales, y en zonas más elevadas como Kandy o Nuwara Eliya, pero en general disfrutamos de días calurosos y cielos despejados.

💡 Consejo: si viajas en septiembre, te recomendamos adaptar tu ruta a las zonas más secas del norte y el este. Así evitarás el riesgo de lluvias constantes y aprovecharás mejor cada jornada.

🍜 Gastronomía en Sri Lanka

Si hay algo que recordamos con fuerza de Sri Lanka, además de sus paisajes, es el sabor de su comida. Viajar por libre por Sri Lanka es también dejarse llevar por los aromas de las especias, el picante en cada bocado y la variedad de platos locales que se repiten en carta, pero nunca saben igual.

🍛 ¿Qué se come en Sri Lanka?

• Rice and curry: el plato más popular. Arroz con varios acompañamientos (lentejas, berenjenas, jackfruit, espinacas, pollo o pescado al curry). Pica, pero engancha. Cada casa lo cocina diferente, así que puedes probarlo mil veces sin cansarte.
• Kottu roti: una especie de revuelto de pan plano picado (roti), con vegetales, huevo o carne, salteado al ritmo de machetazos en plancha. Sonido y sabor en uno.
• Hoppers: crepes fermentados en forma de cuenco, que se comen solos o con huevo en el centro. Suelen tomarse en desayunos o snacks.
• Roti: pan plano relleno de plátano, coco, chocolate o ingredientes salados. Perfecto para desayunar o matar el hambre a media tarde.
• Pol sambol: acompañamiento de coco rallado con lima, chile y sal. Aparece con casi todo.
• Té de Ceilán: negro, fuerte, y servido a todas horas. Lo tomábamos en las paradas de tren, tras cada comida y en cualquier descanso del camino.

Durante el viaje comimos en casas locales, pequeños restaurantes, puestos callejeros y guesthouses. La comida era simple, sabrosa, muy especiada y barata. Por menos de 2 € comías hasta quedarte lleno. Eso sí, si no toleras el picante, tendrás que pedirlo sin chile (“no spicy”), aunque eso no siempre significa que no pique 😅.

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🍽 Nuestra experiencia personal

Al principio, nos impactó lo fuerte que era todo, pero al cabo de unos días ya sabíamos qué pedir y cómo pedirlo. En muchas guesthouses comimos rice and curry casero, cocinado con mimo por las familias que nos alojaban. En las playas del este probamos pescado fresco a la parrilla, y en las zonas del interior nos refugiamos en los kottu roti nocturnos, perfectos para cuando todo lo demás estaba cerrado.

💡 Consejo: no tengas miedo de comer en locales donde solo ves gente local. Son los mejores sitios para descubrir sabores auténticos y pagar precios justos.

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🔐 Seguridad y conectividad en Sri Lanka

Sri Lanka es, en general, un país seguro para viajar por libre. Nosotros recorrimos el país en transporte público, caminamos por pueblos, estuvimos en zonas poco turísticas, y en ningún momento sentimos miedo o inseguridad.

🛡 Seguridad

• Criminalidad: muy baja. La mayoría de incidentes que pueden ocurrir son robos menores o timos suaves a turistas despistados, sobre todo en zonas muy turísticas como Colombo o algunos templos.
• Estafas comunes: como en muchos lugares, el truco más típico es subirte el precio de un tuk-tuk. Negocia siempre antes de subir o usa apps como PickMe.
• Mujeres viajando solas: si bien no viajamos solos, conocimos viajeras que lo hacían y no tuvieron problemas. En zonas rurales puede haber miradas curiosas, pero nada fuera de lugar.
• Tráfico: caótico. Cruzar una calle en Colombo o montar en bus puede ser lo más peligroso del viaje 😅. Pero si estás atento, no hay problema.

💡 Consejo: en los trayectos largos por tren o bus, mantén la mochila contigo, especialmente si llevas objetos de valor.

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📶 Conectividad

Nos sorprendió positivamente. En general, hay buena cobertura móvil en casi todo el país, incluso en zonas rurales o en mitad de un viaje en tren.

• En las ciudades hay wifi en la mayoría de alojamientos y cafés, aunque no siempre es rápido.

También puedes comprar una SIM local al llegar. Las principales compañías son Dialog y Mobitel, y ofrecen datos muy baratos.

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🗺 Nuestro itinerario por Sri Lanka (28 días)

• Día 1: Negombo → Anuradhapura
• Día 2: Anuradhapura → Trincomalee
• Días 3 al 10: Trincomalee
• Día 11: Trincomalee → Dambulla
• Día 12: Dambulla
• Día 13: Dambulla → Polonnaruwa
• Día 14: Polonnaruwa
• Día 15: Polonnaruwa → Kandy
• Días 16 y 17: Kandy
• Día 18: Kandy → Nuwara Eliya
• Día 19: Nuwara Eliya
• Día 20: Nuwara Eliya → Ella
• Días 21 y 22: Ella
• Día 23: Ella → Tangalle
• Día 24: Tangalle → Mirissa
• Día 25: Mirissa → Galle
• Día 26: Galle → Hikkaduwa
• Día 27: Hikkaduwa → Bentota
• Día 28: Bentota → Colombo

🏔 Qué vimos en Sri Lanka en 28 días

Anuradhapura

Fue nuestro primer gran contacto con la historia del país. Nos impresionaron las dagobas gigantes, los árboles sagrados custodiados por fieles, y la combinación entre ruina, vegetación y vida local. En bicicleta recorrimos templos, estupas y lagos sagrados. Todo el entorno está lleno de espiritualidad y monos por todos lados. El calor era intenso, pero la experiencia nos marcó desde el primer momento.

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Trincomalee

Nuestro refugio durante varios días, sobre todo por el dengue. Nos quedamos en Uppuveli, junto a la playa, un lugar tranquilo con restaurantes sencillos y algunos alojamientos muy cuidados. Aprovechamos para descansar, pasear por la arena y ver atardeceres. Subimos al fuerte, visitamos el templo hindú de Koneswaram con vistas increíbles y nos dejamos llevar por la calma del entorno. Tuvimos que pasar una semana a causa de que Oscar estuvo ingresado con Dengue en el hospital, pero a pesar de eso, Trinco nos cuidó.

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Dambulla

La ciudad en sí no tiene mucho encanto, pero el Templo de las Cuevas de Dambulla nos pareció espectacular. Subimos muchas escaleras para llegar, pero el esfuerzo valió la pena: cinco cuevas con más de 150 estatuas de Buda y frescos milenarios. La panorámica desde arriba, rodeados de monos y con vistas a la selva, fue otro regalo del día.

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Sigiriya

Uno de los platos fuertes del viaje. Madrugamos para subir a la Roca de Pidurangala y disfrutar de la vista frente a la famosa Lion’s Rock. La caminata fue corta pero intensa. Arriba nos esperaban vistas de postal, bruma entre palmeras y ese momento mágico al ver el sol salir detrás de Sigiriya. No subimos a la Lion’s Rock por el precio, pero Pidurangala nos regaló un amanecer inolvidable.

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Polonnaruwa

Recorrimos las antiguas ruinas de esta ciudad real. A pesar del calor y la humedad, nos encantó pasear entre antiguos templos, estatuas de Buda talladas en piedra, lagos y estupas rodeadas de selva. Una joya arqueológica que respira calma y grandeza. Aprovechamos la cercanía para visitar el parque nacional de Mineriya dónde disfrutamos como niños viendo centenares de elefantes en libertad.

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Kandy

Una ciudad vibrante y con mucha vida local. Visitamos el Templo del Diente de Buda, uno de los más sagrados del país, y paseamos por el lago. El ambiente religioso y algo más caótico nos recordó a India. Comimos muy bien aquí, en pequeños restaurantes donde descubrimos versiones diferentes del rice and curry.

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Nuwara Eliya

Cambio radical de clima: pasamos del calor tropical a una especie de «Inglaterra en la montaña». Casas coloniales, aire fresco y niebla constante. Desde aquí tomamos uno de los trayectos de tren más bonitos del mundo rumbo a Ella, entre plantaciones de té y paisajes imposibles. La estación de tren, entre brumas, parecía sacada de otro siglo.

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Ella

Un lugar con encanto mochilero, rodeado de naturaleza. Subimos al Little Adam’s Peak, caminamos por las vías del tren hasta el famoso Nine Arch Bridge, y disfrutamos de alguna que otra cerveza en sus restaurantes con vistas. Ella fue el equilibrio perfecto entre excursiones y descanso.

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Tangalle, Mirissa, Galle, Hikkaduwa y Bentota

La costa sur fue nuestro último tramo del viaje. En Tangalle disfrutamos de playas salvajes y largas caminatas por la arena. Mirissa tiene un ambiente animado. En Galle, aunque nos llovió a cantaros, exploramos el casco histórico colonial dentro del fuerte holandés.

Hikkaduwa y Bentota fueron nuestras últimas paradas antes de llegar a Colombo. Pudimos ver tortugas, aunque la gente en general suele mostrar poco respeto por la fauna local.

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Colombo

No fue lo que más nos gustó, pero dimos un paseo por el centro, visitamos el templo Gangaramaya, y descansamos antes del vuelo. El contraste con el resto del país es fuerte, pero también muestra la modernidad emergente de Sri Lanka.

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💸 Presupuesto total por persona en 28 días

Este fue el gasto real que tuvimos durante nuestro mes recorriendo Sri Lanka por libre. Comimos en restaurantes locales, dormimos en guesthouses y usamos transporte público en casi todo momento. Aun así, las entradas a templos y parques nacionales suponen una parte importante del presupuesto final.

🧾 Desglose de gastos por persona:

• Alojamiento: 140 €
• Comida y bebida: 125 €
• Transporte: 76,50 €
• Entradas y actividades: 67 €
• Extras (ropa, lavandería, higiene…): 17 €
• Visado (ETA): 42 €

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💰 Total gastado en Sri Lanka: ≈ 467,50 € por persona
Esto supone un gasto medio diario de unos 16,70 € para un viaje de 28 días completo, incluyendo absolutamente todo (excepto vuelo de entrada y salida).

💡 Consejo: si planeas hacer muchas visitas culturales o safaris, las entradas pueden suponer un buen pico del presupuesto. Llévate un pequeño colchón extra para poder disfrutar sin mirar tanto la cartera.

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🎎 Curiosidades culturales de Sri Lanka

Sri Lanka nos sorprendió no solo por sus paisajes, sino por la cantidad de detalles culturales que fuimos descubriendo sobre la marcha. Aquí te dejamos algunas de las cosas que más nos llamaron la atención durante nuestro viaje:

• El saludo tradicional “Ayubowan” significa “larga vida” y se acompaña con las manos juntas frente al pecho. Nos lo dijeron en muchos alojamientos y siempre con una sonrisa genuina.
• La mezcla religiosa es asombrosa. Conviven el budismo (mayoritario), el hinduismo, el islam y el cristianismo. En una misma calle puedes ver una estupa, una mezquita y un templo hindú.
• Los elefantes son sagrados, pero también se usan en festivales religiosos o incluso como animales de carga, algo que genera bastante debate ético en el país.
• La puntualidad no es lo suyo. Los horarios de tren o bus son orientativos. Aprendimos a tomarnos todo con calma, sin estresarnos por los retrasos.
• La cabeza es una parte sagrada del cuerpo, así que no se debe tocar la cabeza de un niño, aunque sea con buena intención.
• El té es religión. Tomarlo es un ritual diario, y visitar una fábrica de té en las tierras altas te permite entender lo importante que es para su economía y cultura.
• En las casas se entra descalzo, siempre. Lo mismo ocurre en todos los templos, aunque el suelo esté abrasando por el sol del mediodía 😅.
• Los gestos con la cabeza pueden confundir. El típico movimiento de cabeza en forma de vaivén (como un «no» suave) en realidad significa “sí” o “de acuerdo”.

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🧭 Conclusión

Viajar a Sri Lanka por libre fue un inicio de viaje soñado… y también inesperado. Lo tenía todo: cultura milenaria, playas salvajes, selvas con elefantes, templos tallados en roca y gente que sonríe con el alma.

No fue un viaje perfecto: hubo cansancio, algún que otro susto de salud y momentos en los que tuvimos que improvisar. Pero quizás por eso nos marcó tanto. Porque Sri Lanka no es un destino pulido para el turismo de masas, es un país que vibra, que respira autenticidad, que aún se está reconstruyendo y al mismo tiempo te enseña a ir más lento.

Nos fuimos con la mochila cargada de colores, aromas y momentos inolvidables. Y con un pensamiento recurrente: “algún día, volveremos… pero en tuk-tuk”.

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