Viajar a Uzbekistán por libre fue una de las experiencias más intensas, culturales y auténticas que hemos vivido en Asia Central. Aunque el viaje empezó con un tropiezo en la frontera por culpa del dron, esa anécdota se convirtió en la puerta de entrada a un país que, lejos de desanimarnos, terminó por fascinarnos.
Desde el primer paso en el valle de Ferganá —una región poco turística y cargada de autenticidad—, Uzbekistán nos envolvió con su mezcla de hospitalidad, espiritualidad y legado histórico. En esta zona, donde se cruzan Uzbekistán, Kirguistán y Tayikistán, la vida cotidiana se mueve a otro ritmo: sin selfies ni prisas, con niños que te saludan desde las bicicletas y mercados donde los higos secos se mezclan con el olor del pan recién horneado.
Después de recorrer el mítico Pamir desde Dushanbé, volvimos a Uzbekistán para sumergirnos de lleno en la Ruta de la Seda. Celebramos un cumpleaños sobre las murallas de Jiva, exploramos los bazares eternos de Bujará y nos perdimos (literalmente) en las madrazas de Samarcanda. Cada ciudad parecía competir por dejarnos sin palabras.
Nos sorprendió lo fácil que fue moverse por libre: el tren Afrosiyob conecta las principales ciudades con puntualidad y comodidad, y aunque fuera de las capitales no siempre se habla inglés, la gente siempre tiene una sonrisa y una taza de té lista.
En esta guía te contamos TODO lo que necesitas para viajar a Uzbekistán por libre: desde preparativos, visado y moneda, hasta qué ver, cómo moverte y cuánto cuesta. Todo basado en nuestra experiencia real, con datos actualizados y consejos sinceros.
¿Listo para explorar un país que parece salido de Las mil y una noches?
Índice de contenidos
Índice del contenido
- 1. Preparativos para viajar a Uzbekistán
- 2. Transporte si vas a viajar a Uzbekistán por libre
- 3. Mejor época para viajar a Uzbekistán
- 4. Gastronomía
- 5. Seguridad y conectividad
- 6. Nuestro itinerario por Uzbekistán
- 7. Qué vimos en Uzbekistán en 19 días
- 8. Presupuesto total por persona
- 9. Curiosidades culturales de Uzbekistán
- 10. Consejos para viajar a Uzbekistán
- 11. Conclusión

🧳 Preparativos para viajar a Uzbekistán
💰 Moneda y precios
La moneda oficial es el som uzbeko (UZS). En las ciudades grandes encontrarás cajeros sin problema, pero fuera de los núcleos urbanos es esencial llevar efectivo. Nosotros cambiamos algo de dinero nada más llegar y usamos una tarjeta sin comisiones para sacar en cajeros locales.
Para evitar comisiones innecesarias, te recomendamos viajar con una tarjeta como N26, con la que pudimos sacar efectivo y pagar sin sorpresas.
Nosotros usamos la tarjeta N26 para pagar y sacar efectivo sin comisiones. Funciona genial y es gratuita.
Los precios en Uzbekistán son bastante bajos comparados con Europa. Comer en restaurantes locales cuesta entre 1 € y 5 €, y los alojamientos medios entre 10 € y 25 € por noche en habitación doble.
🗣 Idioma
El idioma oficial es el uzbeko, aunque en muchas zonas también se habla ruso. En ciudades como Samarcanda o Bujará, algunas personas hablan inglés básico, sobre todo en alojamientos y lugares turísticos.
Aun así, llevábamos descargado el uzbeko en Google Translate y nos ayudó bastante a la hora de tomar taxis, preguntar precios o pedir comida.
🛂 Visado
Para los viajeros con pasaporte español y muchos latinoamericanos, no es necesario visado para entrar a Uzbekistán si tu estancia es menor de 30 días.
Nosotros cruzamos desde Kazajistán por tierra, y la entrada fue sencilla… excepto porque nos requisaron el dron, ya que está totalmente prohibido introducirlo en el país. Revisa bien lo que llevas si cruzas por tierra, y no intentes entrar con un dron.
💉 Vacunas
No se requiere ninguna vacuna obligatoria para viajar a Uzbekistán. No obstante, las recomendadas por Sanidad son las habituales: tétanos-difteria, hepatitis A y, en algunos casos, fiebre tifoidea.
Te recomendamos contratar un buen seguro de viaje. Nosotros viajamos siempre con IATI, que además de cubrir emergencias médicas, ofrece atención en español y sin adelantar dinero.
Viaja seguro como nosotros con IATI Seguros. Atención en español, sin franquicias y con 5 % de descuento por ser lector del blog.
🚆 Transporte si vas a viajar a Uzbekistán por libre
Moverse por Uzbekistán por libre es mucho más sencillo de lo que puede parecer. De hecho, ha sido uno de los países de Asia Central donde más fácil nos resultó organizar los trayectos, gracias a su red ferroviaria moderna y puntual.
🚄 Trenes: nuestra opción favorita
El tren Afrosiyob es una joya para los viajeros. Conecta Samarcanda, Bujará y Taskent de forma rápida, cómoda y a precios bastante razonables. Nosotros reservamos con antelación para asegurar asiento, especialmente en temporada alta. En segunda clase viajamos de lujo, con aire acondicionado, espacio para las mochilas y puntualidad suiza.
Si vas a moverte en tren por Uzbekistán, puedes comparar precios y reservar con antelación desde aquí:
Consulta horarios y precios de trenes en Uzbekistán desde Trip.com. Funciona genial y es muy útil si reservas desde fuera.
🚕 Taxis compartidos y marshrutkas
Para trayectos más locales o interurbanos cortos usamos taxis compartidos, que funcionan de maravilla y son baratos. Eso sí, prepárate para negociar y tener paciencia: suelen salir cuando se llenan.
En el valle de Ferganá, por ejemplo, fue nuestra única opción para movernos entre ciudades pequeñas. Los precios varían según la distancia, pero todo es negociable. En nuestro caso, un trayecto de más de una hora nos costó unos 2 € por persona.
🚌 Marshrutkas (minivans locales) también están disponibles, aunque no las usamos tanto porque suelen ser más lentas y menos cómodas, aunque útiles si tienes presupuesto ajustado.
✈️ Vuelos internos
No usamos vuelos internos, ya que el país está muy bien conectado por tren, pero existen rutas entre Taskent, Urgench (cerca de Jiva) y Nukus, por ejemplo, que pueden ser útiles si vas justo de tiempo.

☀️ Mejor época para viajar a Uzbekistán
Uzbekistán es un país de clima continental extremo, lo que significa veranos muy calurosos e inviernos fríos de verdad. Elegir bien la época del año puede marcar la diferencia entre disfrutar de la ruta… o derretirse en una madrasa.
📅 Nuestra recomendación: primavera u otoño. Viajamos en septiembre y fue un acierto total. Temperaturas agradables durante el día, noches fresquitas, cielos despejados y, lo mejor, sin grandes aglomeraciones turísticas.
🟢 Mejor momento:
- Abril a junio: Todo florece, los días se alargan y el calor aún no es abrasador.
- Septiembre y octubre: El campo empieza a dorarse, el calor baja, y aún puedes ir en manga corta sin problema.
🔴 Evita si puedes:
- Julio y agosto: Las temperaturas en Taskent, Samarcanda o Bujará pueden superar los 40 °C. Y lo decimos con conocimiento de causa… tuvimos un día de 39 grados a la sombra en Jiva y fue duro de llevar.
- Diciembre a febrero: Si bien las ciudades tienen su encanto invernal, el frío aprieta de verdad y puede limitar el tiempo al aire libre.
💡 Consejo: si vas a visitar muchas madrazas, mezquitas y sitios al aire libre, evita los meses de calor extremo. Los azulejos azules bajo el sol de agosto son tan bonitos como abrasadores 😅
🍜 Gastronomía
La comida uzbeka es contundente, aromática y perfecta para reponer fuerzas después de un día pateando madrazas y bazares. Si te gusta comer, viajar a Uzbekistán por libre es también una forma deliciosa de conocer su cultura.
Plov, plov y más plov. Es el plato nacional y lo encontrarás en todas partes, desde restaurantes a puestos callejeros. Arroz, zanahoria, cebolla, cordero y muchas calorías. En Samarcanda probamos uno de los mejores del viaje, preparado a fuego lento en un caldero gigante en la calle. Brutal.
🥟 Otros platos que nos conquistaron:
- Samsas: empanadillas rellenas, normalmente de carne, patata o calabaza. Las venden en hornos de barro y son perfectas como snack.
- Laghman: sopa con fideos caseros, carne y verduras. Caliente y reconfortante.
- Shashlik: brochetas de carne a la parrilla, muy típicas y fáciles de encontrar en cualquier bazar.
- Somsa dulce: en la región de Ferganá probamos una versión rellena de calabaza dulce. Nos sorprendió muchísimo.
Curiosidad: en muchas casas y restaurantes, se empieza siempre con una taza de té verde (¡aunque haga 40 grados!). Y no es raro que te sirvan pan antes que agua, porque el pan se considera sagrado. De hecho, nunca se apoya boca abajo ni se tira.
💡 Consejo viajero: nosotros comimos en locales frecuentados por uzbekos, sin carta en inglés y a veces sin carta. Con señas, risas y apuntando a lo que tenía la mesa de al lado, siempre acabamos comiendo bien.
Y por cierto, si eres vegetariano/a, se puede sobrevivir… pero tendrás que tirar bastante de arroz, ensaladas y sopas.pan fresco en cada ciudad, ya que cada región tiene su propia variedad de pan horneado en tandir (horno de barro).

🔐 Seguridad y conectividad en Uzbekistán
Uzbekistán es un país muy seguro para viajar por libre. Nos sentimos tranquilos en todo momento: de día, de noche, en grandes ciudades y en pueblos pequeños. La gente es muy hospitalaria, y muchas veces nos ayudaban incluso antes de pedirlo.
En los bazares, estaciones o zonas más concurridas, simplemente ten el mismo cuidado que tendrías en cualquier parte del mundo. Nosotros no tuvimos ningún problema ni sentimos situaciones incómodas.
🔌 Internet y tarjetas SIM
El wifi en Uzbekistán está mejorando, pero no siempre es fiable. En algunos alojamientos iba bien, pero en otros costaba incluso cargar el correo. Por eso decidimos comprar una tarjeta SIM local, que nos funcionó bien para mapas, traducciones y reservas.
¿Quieres ir con todo resuelto desde casa? Puedes usar una eSIM como las de Holafly, que se activan fácilmente y te permiten tener conexión nada más aterrizar, sin necesidad de buscar una tienda ni negociar precios.
Conéctate desde el primer momento con una eSIM de Holafly. Sin sorpresas, sin colas, y con 5 % de descuento desde nuestro enlace.
💡 Consejo práctico: descarga los mapas offline de Google Maps o usa Maps.me, sobre todo si vas a moverte en zonas como el valle de Ferganá o pueblos donde la cobertura falla.
🗺 Nuestro itinerario por Uzbekistán (19 días)
Día 1: Kokand
Día 2–3: Margilán
Día 4–5: Andiján
Día 6–8: Jiva
Día 9–12: Bujará
Día 13–16: Samarcanda
Día 17–19: Tashkent
🗺 Mapa de nuestro recorrido por Uzbekistán
Haz zoom o clic en los marcadores para ver los lugares que visitamos.
Qué vimos en Uzbekistán en 19 días
Kokand
Nuestra entrada a Uzbekistán fue por el valle de Ferganá, y Kokand fue la primera ciudad que nos dio la bienvenida. Aunque muchos viajeros la pasan por alto, nos sorprendió lo monumental que es para ser tan poco turística.
La joya de la ciudad es el Palacio de Khudayar Khan, con su fachada de azulejos turquesa que parece sacada de un decorado de cine. Entramos solos, sin más turistas, y recorrimos las salas donde vivieron los últimos kanes de Ferganá. También visitamos la madrasa Norbutabiy y el bazar local, donde se mezclaban especias, telas y curiosos vendedores que nos ofrecían frutos secos con una sonrisa.
Kokand nos pareció una introducción perfecta a la Uzbekistán más auténtica, esa donde las mezquitas no se restauran para el turista y los saludos se dan de corazón.

Margilán
Margilán fue una parada tranquila, sin grandes monumentos ni prisas. Lo que sí nos ofreció fue ese ambiente de ciudad uzbeka auténtica, donde la vida gira en torno al mercado, las charlas en la calle y los ritmos sin estrés.
Nos dimos un paseo por el centro, curioseamos en las tiendas, y simplemente nos dejamos llevar por la rutina local. A veces, eso también forma parte del viaje: observar, callejear sin rumbo y ver cómo se mueve el país más allá de los sitios turísticos.

Andiján
En Andiján pasamos un par de días y nos pareció una ciudad viva y moderna, con mucha gente en la calle y un centro animado. Fue uno de esos lugares donde el mayor atractivo es pasear, mirar escaparates, entrar en cafeterías locales y observar la vida sin filtros.
Nos llamó la atención lo bien cuidado que estaba todo y lo fácil que era moverse. Aprovechamos para reponer fuerzas y hacer alguna compra básica, y aunque no tiene grandes monumentos, nos gustó ver esa cara más actual del país, lejos del Uzbekistán de postal.

Jiva
Jiva fue un flechazo inmediato. Apenas cruzamos las murallas de Ichan Kala, nos encontramos con una ciudad que parece sacada de un cuento: minaretes turquesa, calles de barro bien conservadas y una tranquilidad que no esperábamos.
Nos alojamos dentro del casco histórico, lo que fue un acierto total. Podíamos pasear a cualquier hora, incluso al amanecer, cuando las calles estaban desiertas y el sol empezaba a iluminar las cúpulas. Lo mejor de Jiva fue recorrerla sin prisas, cámara en mano, y dejarnos llevar por sus callejones, patios escondidos y terrazas con vistas de infarto.
Subimos a minaretes, visitamos madrasas, y nos hartamos de sacar fotos (era inevitable). También nos dio tiempo para tomarnos un té viendo la puesta de sol desde una azotea, uno de esos momentos que se te quedan grabados en la memoria viajera.
Aunque es una ciudad muy turística, la magia de Jiva está en disfrutarla con calma, alejándote un poco de las zonas más transitadas y observando cómo cae la tarde sobre los muros de adobe.

Bujará
Bujará nos recibió con sus minaretes majestuosos, sus madrasas imponentes y ese aire de ciudad que se sabe especial. Fue fácil enamorarse: calles peatonales, arquitectura que te deja con la boca abierta y un ritmo tranquilo que invita a perderse sin rumbo.
Teníamos el alojamiento muy bien ubicado, así que nos dedicamos a callejear a gusto. El conjunto de Poi Kalon fue uno de los que más nos impresionó —especialmente al atardecer, cuando la luz lo baña todo de dorado. También nos gustó mucho la zona de Lyabi-Hauz, con su estanque, árboles y terrazas perfectas para sentarte a tomar un té viendo pasar la vida.
Nos lo tomamos con calma: exploramos madrasas, husmeamos en tiendas de alfombras, y disfrutamos de esa mezcla entre lo turístico y lo auténtico que pocas ciudades saben equilibrar tan bien. Bujará tiene algo especial, de esos sitios que no te cansas de mirar.

Samarcanda
Samarcanda era uno de esos nombres míticos del viaje, y no defraudó. Llegamos con las expectativas altas y, aun así, nos sorprendió. Todo en esta ciudad es a lo grande: plazas inmensas, cúpulas gigantescas, mosaicos que parecen imposibles.
Obviamente, lo primero que hicimos fue plantarnos en el Registán, uno de esos lugares que has visto mil veces en fotos y que, en persona, te deja sin palabras. Volvimos varias veces, porque cambia con la luz del día, y cada ángulo es un nuevo espectáculo. También visitamos el mausoleo de Gur-e Amir, que nos impresionó por dentro, y la necrópolis de Shah-i-Zinda, que es como una pasarela de arte islámico, mausoleo tras mausoleo, cada uno más detallado que el anterior.
Samarcanda tiene mucha historia, sí, pero también mucho ambiente, buenos restaurantes, y un ritmo más moderno que otras ciudades del país. Una parada obligatoria que disfrutamos de principio a fin.
🏛 Explora Samarcanda con un guía en español
Para conocer a fondo esta joya de la Ruta de la Seda, este tour privado por Samarcanda es una opción perfecta. Recorrerás sus principales monumentos con un guía que te lo contará todo en tu idioma.
🏛 Reservar tour en español por Samarcanda
Tashkent
Tashkent fue el final de nuestra ruta por Uzbekistán y la ciudad con aire más moderno de todo el país. Tiene avenidas enormes, transporte público eficiente y un ambiente mucho más cosmopolita que el resto del país.
Lo que más nos gustó fue movernos en su famoso metro. Algunas estaciones están decoradas con mármol, lámparas y detalles que recuerdan a épocas soviéticas, así que aprovechamos para hacer varias paradas solo por el placer de verlas.
También visitamos el mercado de Chorsu, con su cúpula azul tan característica, lleno de vida y de puestos donde comprar desde fruta fresca hasta pan tandoor. Fue una buena despedida para saborear una última vez los colores y sabores de Uzbekistán.

💸 Presupuesto total por persona en Uzbekistán (19 días)
Nuestro presupuesto total fue de 399,47 € por persona (equivalente a 5.188.311,5 soms uzbekos), repartido de la siguiente manera:
- Alojamiento: 186,03 € (2.416.002,5 UZS)
- Comida (supermercado y restaurantes): 126,37 € (1.641.148 UZS)
- Transporte: 52,17 € (678.186 UZS)
- Excursiones y entradas: 22,65 € (294.100 UZS)
- Varios (souvenirs, cafés…): 12,58 € (158.875 UZS)
💰 Total: 399,47 € por persona en 19 días
🎎 Curiosidades culturales de Uzbekistán
Viajar por Uzbekistán fue descubrir un país cargado de historia, pero también lleno de gestos cotidianos que nos sorprendieron. Aquí van algunas de las cosas que más nos llamaron la atención:
- El arte del regateo: En los bazares hay que regatear, pero siempre con una sonrisa. Lo entienden como un juego, y suele acabar en carcajadas y hasta algún regalo de cortesía.
- El saludo con la mano en el corazón: Muchos uzbekos saludan llevándose la mano al pecho, especialmente en zonas rurales. Un gesto sencillo, pero muy cálido.
- Hospitalidad sin medida: En varias ocasiones, especialmente en pequeños restaurantes o alojamientos familiares, nos ofrecieron té, pan o dulces sin pedir nada a cambio. La hospitalidad es una parte clave de su identidad.
- Pan sagrado: El pan (non) se trata con mucho respeto. Nunca lo vimos colocado boca abajo, ni sobre el suelo, y siempre lo presentan con cuidado. En muchos hogares, incluso se guarda en sitios elevados como muestra de respeto.
- El vodka sigue presente: A pesar de ser un país de mayoría musulmana, la influencia soviética aún se nota en las costumbres. Nos sorprendió ver que el vodka está muy presente en reuniones y celebraciones.
- El té, a todas horas: Verde o negro, el té es omnipresente. Nos lo ofrecieron en cualquier momento del día, y muchas veces lo sirven incluso antes de que puedas pedir otra cosa.
- Vestimenta tradicional vs. moda moderna: En ciudades como Tashkent o Samarcanda se ve ropa occidental, pero en zonas rurales o mercados, todavía es común ver trajes tradicionales, especialmente en mujeres mayores.
🧭 Consejos para viajar a Uzbekistán
🛂 Visado y entrada
- Los ciudadanos de muchos países europeos no necesitan visado para estancias de hasta 30 días. Asegúrate de comprobar tu caso en la web oficial.
- Si haces escala larga en Tashkent, el aeropuerto tiene consigna, pero el proceso puede ser lento.
🚆 Transporte
- El tren es la mejor opción entre ciudades. Puedes reservar cómodamente a través de Trip.com.
- Usamos trenes de alta velocidad como el Afrosiyob, que son rápidos, cómodos y puntuales.
- Dentro de las ciudades, el metro de Tashkent es barato y algunas estaciones son auténticas joyas arquitectónicas.
💰 Dinero
- La moneda oficial es el som uzbeko. Aunque cada vez se acepta más la tarjeta, en mercados y alojamientos pequeños es mejor llevar efectivo.
- Nosotros usamos la tarjeta N26 para sacar sin comisiones.
🕌 Cultura y comportamiento
- Vístete de forma respetuosa, sobre todo si visitas mezquitas o zonas más tradicionales.
- Siempre es buena idea aprender un par de palabras básicas en uzbeko o ruso. La sonrisa, eso sí, es el idioma universal.
📱 Conectividad
- En Uzbekistán hay buena cobertura en la mayoría de lugares. Para viajar conectado desde el minuto uno, puedes comprar una eSIM de Holafly con 5 % de descuento.

🧭 Conclusión
Viajar a Uzbekistán por libre ha sido una de esas experiencias que te reconcilian con el mundo. Es un país que sorprende a cada paso, que mezcla con elegancia el legado de la Ruta de la Seda con la calidez de su gente y que, a pesar de no estar todavía en el radar de muchos viajeros, se deja querer desde el primer momento.
Desde los minaretes de Samarcanda hasta las callejuelas tranquilas de Bujará o la atmósfera mágica de Jiva, este país nos ofreció historia, color, y una hospitalidad desbordante, sin prisas y sin agobios. Cada ciudad fue distinta, pero todas nos dejaron esa sensación de estar viviendo algo especial.
Y lo mejor de todo es que hacerlo por libre no solo es posible, sino que es cómodo y muy enriquecedor. Uzbekistán es seguro, económico y tiene una infraestructura perfecta para moverte con autonomía. Nos fuimos con la mochila llena de recuerdos y las ganas de seguir explorando Asia Central.
¿Te ha gustado Uzbekistán?
Entonces no te pierdas nuestra guía de Kirguistán: naturaleza salvaje, trekking entre montañas y aventuras sobre ruedas.
👉 Ver guía de Kirguistán¿Ya conoces Uzbekistán? ¿Te han entrado ganas de ir?
Coméntanos y comparte esta guía. Y no te olvides de suscribirte al blog para seguir viajando con nosotros 🌏✈️